Durante este mes de octubre la Subdirección General de Conservación del Medio Natural de la Comunidad de Madrid ha autorizado una fumigación aérea masiva con insecticidas para atacar una «supuesta plaga de procesionaria» (oruga que se alimenta de las acículas de los pinos) en los pinares de la Sierra Oeste, dentro de la Zona de Especial Conservación de las Cuencas y Encinares de los Ríos Alberche y Cofio.

En total se van a ver afectadas 1.321 hectáreas de pinares en los municipios y montes siguientes: Navas del Rey (zona monte de La Pinarilla, Pinarejo, Vallefría, superficie total de aproximada de 60 ha), Pelayos de la Presa (La Enfermería, superficie aproximada 76 ha) y San Martín de Valdeiglesias (Nahoncil y Agregados, Las Cabreras y Valle Lorenzo, con una superficie de 1.285 ha). Se trata de montes públicos de extraordinaria riqueza faunística.

El producto que se va a utilizar es el DIFLUBENZURON, un inhibidor de la quitina que afectaría al conjunto de los insectos y, por supuesto, a toda la fauna insectívora y al resto de la cadena trófica. Además, la recogida de setas que comienza ahora, podría ser peligrosa dada la facilidad de estos organismos a incorporar contaminantes. También hay estudios científicos que acreditan que esta sustancia puede ser cancerígena para las personas. Nadie nos dice que las finisimas gotas de agua, donde va el producto se acerquen arrastradas por el viento hacia los pueblos. Pero lo más grave de todo es que no existe constancia de la presencia de plaga en la zona, por tanto, no hay riesgo para el ecosistema ni para la salud de las personas. Se va a usar un tratamiento arcáico, fumigar desde el aire con un producto químico de efectos nocivos para la fauna y las personas, sin justificación alguna.

ARBA, GRAMA, Ecologistas en Acción, Asociación Ecologista del Jarama «El Soto», Jarama Vivo y Stopherbicidacomunidaddemadrid

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