Las vías pecuarias. Hilario Villalvilla, Ecologistas en Acción. Artículo publicado en la revista El Ecologista nº 43, primavera 2005

Diez años después de la entrada en vigor de la Ley de vías pecuarias de 1995 muchas cosas han mejorado para este relevante patrimonio colectivo. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para garantizar la conservación de esta red de cañadas y veredas que, hoy día, suma 85.000 km.

Han pasado ya diez años desde que en marzo de 1995 se aprobara la ley 3/95, de 23 de marzo de vías pecuarias, mandando al cubo de la basura a la desamortizadora y destructora ley de vías pecuarias de 1974.

Desde la aprobación de la ley 3/95 algunas de las Comunidades Autónomas (CC AA) que tienen vías pecuarias han desarrollado normas propias, bien en forma de Reglamento o de Ley (Castilla-La Mancha, La Rioja, Madrid, Andalucía, Navarra y Extremadura). Aún quedan seis Comunidades sin desarrollar normas, aunque algunas de ellas tienen anteproyectos en marcha (Aragón, Castilla y León y Cataluña).

En 1995 también se aprueba la Ley Orgánica 10/95, de 23 de noviembre del Código Penal, que introduce en el artículo 319 la figura del delito ecológico en el supuesto de daños producidos a los bienes de dominio público, incluidas las vías pecuarias.

Poco a poco se reconoce su interés

Hasta principios de los años 90 del siglo pasado la única norma que afectaba directamente a las vías pecuarias era la ley que regulaba este tipo de caminos. Sin embargo, con el paso del tiempo han comenzado a desarrollarse normas vinculadas a la conservación de la naturaleza, patrimonio histórico, ordenación del territorio, turismo, etc., que establecen criterios de protección de las vías pecuarias, ya que empieza a calar en nuestros gobernantes que éstas poseen funciones ambientales, socio-recreativas e histórico-culturales que hay que amparar en cada marco legal sectorial.

El País Valenciano abrió la posibilidad de declarar vías pecuarias de interés natural; Extremadura regula la posibilidad de que determinadas vías pecuarias puedan ser declaradas espacio natural protegido (corredores ecoculturales o ecoitinerarios); Castilla-La Mancha, posibilita declarar algunas vías pecuarias, o tramos de ellas, como paisajes protegidos; el RD que desarrolla la Directiva Hábitats fomenta las vías pecuarias como estructuras de conexión ecológica; en la Comunidad de Madrid se protegen los caminos históricos con más de cien años de antigüedad; en Castilla y León se crea la figura de Vías Históricas, susceptibles de ser declaradas Bien de Interés Cultural; en la normativa reguladora del turismo rural y activo de Andalucía se considera a las vías pecuarias como recurso turístico; etc.

Qué se hace para protegerlas

En estos diez últimos años las actuaciones en materia de recuperación y puesta en uso de las vías pecuarias se han multiplicado por doquier, aprovechando la presión social de los grupos ecologistas, las posibilidades que ofrecen las nuevas normas, la búsqueda de alternativas económicas al medio rural o la necesidad de ofertar espacios de ocio. También ha ayudado la posibilidad de acceder a financiación de la Unión Europea para abordar planes, programas y proyectos en esta materia.

El Ministerio de Medio Ambiente se encuentra en un proceso de recuperación de unos 3.000 km de vías pecuarias del conjunto del territorio del Estado. El Plan comenzó a finales de 2000 y contempla la determinación física y recuperación jurídica de los caminos pastoriles que forman parte de la Red Nacional, mediante la ejecución de proyectos de clasificación, deslinde, amojonamiento y señalización del dominio público pecuario. Al día de hoy se han firmado Convenios para la recuperación de vías pecuarias entre el Estado y las CC AA de Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Navarra, País Valenciano y Murcia (1.623 km de vías pecuarias y 8.141.164 € de inversión).

Al mismo tiempo, el citado Ministerio tiene previsto realizar en Madrid (4 a 7 de mayo de 2005) el Primer Congreso Estatal de Vías Pecuarias, que constituirá un foro de encuentro de profesionales e interesados en general, en donde se analice la situación de las vías pecuarias en sus múltiples facetas y los retos que plantea su gestión en los próximos tiempos.

Como complemento de estas actuaciones los Ministerios de Medio Ambiente y Agricultura, Pesca y Alimentación por una parte, y la Universidad Autónoma de Madrid, por otra, firmaron en 2000 un Convenio de colaboración para el estudio de la cabaña ganadera trashumante/trasterminante, y los caminos que éstas utilizan, en el norte peninsular (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco). El objetivo que se persigue es identificar los caminos con uso ganadero y cuantificar la cabaña, ya que se trata de caminos tradicionales de uso pecuario que carecían de estudios similares a los efectuados por el Ministerio de Medio Ambiente en la serie Cuadernos de la Trashumancia (24 títulos publicados).

En el ámbito autonómico hay que hacer mención a las actuaciones realizadas, o en fase de realización, por la Junta de Extremadura, que en el periodo 1994-1999 invirtió 1.941.394 €, y en el 2000-2006 7.212.145 €. Entre las actuaciones planteadas destacan: inventario general y fondo documental de vías pecuarias; plan piloto de recuperación de la Cañada Real Soriana Occidental (tramo: ciudades de Badajoz y Cáceres); creación del Centro de Interpretación de vías pecuarias del Lavadero de Lanas en los Barruelos (Museo Wostell. Malpartida de Cáceres); etc.

Mientras, la Junta de Andalucía destaca por haber impulsado el plan más ambicioso que sobre las vías pecuarias se está llevando a cabo en el Estado español (Plan de Recuperación y Ordenación), con el objetivo de garantizar la continuidad de la red, su coherencia con los planes de ordenación, el tránsito ganadero, su valor ecológico y su potencialidad para el uso público. Se trata de un plan de actuación para el periodo 2001-2021 en el que se invertirán 204.344.115 €. De este plan de actuación hay que destacar el esfuerzo realizado para identificar las vías pecuarias que sirven como estructuras de conexión de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía (4.440 km), y aquellas que cumplen la función de conexión de zonas linceras (1.664 km).

En el ámbito territorial leonés y castellano existen proyectos de algunos de sus Gobiernos autónomos y de entidades privadas. En Castilla-La Mancha, con motivo de cumplirse en 2005 el IV Centenario de la publicación de la novela Don Quijote de la Mancha, la Junta de Comunidades ha puesto en marcha un sendero ecoturístico, la Ruta de D. Quijote, de más de 2.000 km de longitud, que se apoya sobre vías pecuarias y otros caminos (sendero no exento de impactos de distinta envergadura sobre el sistema de caminos públicos). En Castilla y León destaca el proceso de informatización de las vías pecuarias, así como la recuperación de 4.200 m de la calzada del Puerto del Pico con movimiento trashumante (1996-1999, inversión 360.607 €). Por último, en la Comunidad de Madrid se eliminaron 200 ocupaciones ilegales existentes en la Cañada del arroyo Tejada (Colmenar Viejo, 1996) y se puso en marcha el Plan Vías Natura, cuyo objetivo era la recuperación de algunas de las vías pecuarias madrileñas para uso recreativo y como conectores de espacios naturales (6.010.121 € y 1.235 km de vías pecuarias, período 2001-2003), que se ejecutó tan sólo en una mínima parte.

En Cataluña y el País Valenciano destaca el proyecto de recuperación de la calzada romana denominada Vía Augusta, la cual usa como soporte a tramos de vías pecuarias.

En estrecha relación con las vías pecuarias hay que hacer mención al Programa Agroambiental del Estado español, que a través del FEOGA-Garantía, y para el periodo comprendido entre 2000-2006, aplica una medida agroambiental relativa al “pastoreo enfocado a proteger la fauna y la flora”, que implica un apoyo a la trashumancia. Los ganaderos que opten por estas ayudas a la trashumancia deberán realizar un desplazamiento mínimo de 75 km (o 500 m de altitud), y permanecer más de cuatro meses fuera de la explotación de origen. El programa de medidas agroambientales supone una prima de 60,10 € por hectárea, a la que habría que añadir 120,20 € por unidad de ganado mayor si el 75 % de la cabaña ganadera trashumante está formada por razas autóctonas en peligro de extinción.

Otro proyecto de interés es REVER Med cuyo objetivo central es la creación de una Red Verde europea para el área del Mediterráneo Occidental, que complete la Red Verde ya iniciada para el Área Metropolitana del Noroeste de Europa (REVER AMNO/Interreg II C). Esta Red Verde pondrá en funcionamiento 10.000 km de itinerarios no motorizados desde el Sur de Portugal al Sur de Italia, de los que 5.900 km corresponden al Estado español (Andalucía, Murcia, País Valenciano, Aragón y Cataluña). La Red estará compuesta por plataformas de ferrocarril abandonadas, caminos de servicio de canales y vías pecuarias como soportes principales, además de caminos rurales y forestales y carreteras locales de tráfico débil como elementos de enlace. El presupuesto total de REVER Med asciende a 3.613.275 €, de los que 1.659.047 € corresponden al Estado español.

Actuaciones ecologistas

Por lo que respecta a los grupos ecologistas, conservacionistas y asociaciones de defensa de las vías pecuarias y de la ganadería extensiva, destacan las numerosas marchas reivindicativas en defensa de los caminos pastoriles; denuncias de ocupaciones ilegales; juicios; participación en los procesos de información pública de deslindes, concesión de ocupaciones y normas relativas a los caminos pastoriles; elaboración de publicaciones divulgativas; seminarios y charlas; etc. En este sentido hay que destacar la queja presentada en 1992 por Ecologistas en Acción ante el Defensor del Pueblo, por el mal estado de las vías pecuarias, que dio un cierto impulso a su defensa y a la aprobación de la Ley 3/95.

Las actuaciones de los grupos ecologistas son numerosas, por lo que vamos a destacar algunas de las más significativas. En Andalucía, Ecologistas en Acción ha participado en la formulación y puesta en funcionamiento del corredor verde Entrebahías (Parque Natural de la Bahía de Cádiz-Paraje Natural de las Marismas del río Palmones), que ha supuesto la recuperación de 85,7 km de vías pecuarias entre Puerto Real (Bahía de Cádiz) y Los Barrios (Bahía de Algeciras), al objeto de dinamizar en ellas usos de turismo alternativo y conformar un corredor ecológico entre parques naturales. El proyecto La Arriera, llevado a cabo por Ecologistas en Acción de Almería en la comarca de Los Vélez (norte de Almería), consiste en el estudio, difusión y potenciación del uso social de los caminos ganaderos, planteándose la creación de un corredor que permita la comunicación peatonal entre las Sierras de María, Castril y Cazorla-Segura-Las Villas. Este corredor ecoturístico se concibe como un motor que ayude al desarrollo socioeconómico del norte de las provincias de Jaén, Granada y Almería, corrigiendo los desequilibrios existentes entre los tres territorios provinciales. Y, por último, en Córdoba destaca la creación de la plataforma A Desalambrar, asociación que aglutina a un amplio espectro de organizaciones ecologistas, senderistas, conservacionistas, usuarios de bicicletas y caballos, etc., cuyo objetivo es la recuperación, difusión, señalización y protección de las vías pecuarias y caminos públicos de esta provincia.

En Cataluña destaca el convenio firmado entre la Associació d´Amics dels Camins Ramaders con la Diputación de Barcelona (1999), para inventariar y describir la red de vías pecuarias en la región metropolitana de Barcelona, como red de conectores ecológicos entre los espacios naturales incluidos en el proyecto Anillo Verde. Mientras, la Lliga per a la Defensa del Patrimoni Natural y la Escola Universitària de Turisme i Direcció Hotelera (Universitat Autònoma de Barcelona), pusieron en marcha en 2002 un proyecto de recuperación de los Camins històrics dins l´àrea d´influència del Parc Nacional d´Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. El objetivo es la rehabilitación de caminos de herradura y cabañeras, para crear un sendero de circunvalación del Parque Nacional, y enlazar las principales poblaciones situadas en el fondo de los valles que rodean al mismo.

En el ámbito territorial leonés y castellano, los grupos de Ecologistas en Acción tienen en marcha numerosos proyectos, destacando la creación de senderos señalizados en la Comunidad de Madrid, que utilizan vías pecuarias como soporte en gran parte de su recorrido (Senda Real –GR-124– y Senda de las Merinas); denuncias y programas de recorridos por las vías pecuarias del sur de Castilla (Valle de Alcudia); programa PASEA de recorridos naturalísticos apoyados en vías pecuarias y otros caminos públicos (Salamanca); cuadernos educativos en defensa de las vías pecuarias (Grupo Ecologista del Najerilla); etc.

En Extremadura, Ecologistas en Acción ha elaborado el plano de las vías pecuarias de la Comarca de Tentudía (Badajoz), su señalización y vigilancia.

Para terminar estas breves pinceladas, no nos podemos olvidar del proyecto 2001 de la Fundación 2001-Global Nature, que durante varios años (1993-2001) ha estado movilizando un rebaño de ovejas merinas por las vías pecuarias del occidente peninsular, pasando por Madrid, lo que ha dado un fuerte impulso a la recuperación de los caminos pastoriles en todo el Estado. Otra asociación vinculada a la defensa de las vías pecuarias, Trashumancia y Naturaleza, ha recogido la antorcha del proyecto 2001 para seguir movilizando cabañas de ganado trashumante.

¿Mucho ruido y pocas nueces?

Tras lo expuesto ¿cuál es la situación real de nuestras queridas vías pecuarias? Se han aprobado diversas normas que de una u otra forma las protegen y fomentan, están en marcha multitud de planes, programas y proyectos de Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, Estado y ONG, de recuperación y puesta en uso del patrimonio cañariego. Pero ¿es suficiente lo hecho hasta ahora para no perder, ni alterar más, los apenas 85.000 km de vías pecuarias que nos quedan?

En primer lugar, hay que señalar que todavía faltan esfuerzos institucionales para desarrollar el marco normativo de las vías pecuarias: desarrollo reglamentario de la Ley 3/95 (Estado español); desarrollo de normas autonómicas (Aragón, Castilla y León, Cataluña, Murcia, País Valenciano y País Vasco); y, en el caso de las Comunidades Autónomas que poseen leyes (Madrid, Castilla-La Mancha y Navarra), sus desarrollos reglamentarios.

La Administración central debe actuar en la totalidad de la Red Nacional de Vías Pecuarias (unos 5.000 km), incrementando los convenios con las CC AA respectivas, y recuperando los inmuebles, y otros elementos de interés, asociados a los caminos pastoriles; actualizar los censos de ganado trashumante que se hicieron en los Cuadernos de la Trashumancia, para conocer con precisión las necesidades y problemas de los principales usuarios de las vías pecuarias; así como proceder a la publicación del “Estudio de la cabaña ganadera, y los caminos que éstas utilizan, en Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco”.

A nuestro entender, y si bien el marco normativo ha mejorado, falta todavía voluntad política para aplicarlo con rigor, las Administraciones autonómicas competentes siguen teniendo miedo a plantar cara a los ladrones de vías pecuarias, que todavía campean a sus anchas. Al mismo tiempo, estas Administraciones están autorizando ocupaciones en las vías pecuarias que si bien no las eliminan físicamente, están provocando importantes alteraciones de sus características. Por otra parte, urge que todos los Ayuntamientos traten adecuadamente a las vías pecuarias en sus instrumentos de planeamiento, insertándolos de forma armónica en el modelo territorial del municipio y evitando la destrucción de las mismas por el desmedido crecimiento urbanístico.

Otro aspecto importante es la falta de voluntad política de algunas CC AA en elaborar los catálogos de vías pecuarias de interés natural y cultural, a las que ellas mismas se han obligado a través de sus normas, caso es el caso de la Comunidad de Madrid. Otra tarea pendiente en las CC AA, y que se considera estratégica, es aplicar con mayor rigor la medida agroambiental relativa al “pastoreo enfocado a proteger la fauna y la flora”, que implica un apoyo decidido a la trashumancia.

No obstante lo anterior, somos conscientes de que la situación no es similar en todas las Comunidades Autónomas. Así, y mientras Andalucía y Extremadura han avanzado bastante en la protección y puesta en uso de las vías pecuarias, Madrid, Castilla y León, Murcia, Cataluña y el País Valenciano son de las Comunidades más atrasadas en esta materia.

En definitiva, y si bien entre tod@s hemos conseguido poner un poco de freno al proceso de destrucción del sistema de vías pecuarias, no nos podemos dormir en los laureles y debemos seguir presionando para que se incremente el esfuerzo del Estado y de las Comunidades Autónomas en materia de gestión, conservación y fomento de unos caminos tradicionales de carácter público con un gran futuro por delante.

Hemos perdido una tercera parte

En estos diez años se han desarrollado diversos estudios que han permitido conocer cuánto patrimonio de vías pecuarias hemos perdido. Así, y según la Fundación para la Ecología y la Protección del Medio Ambiente (Martín Casas, Julio; 2002), de los 125.000 km de vías pecuarias con los que contábamos tan sólo nos quedan hoy día 85.000, habiéndose perdido ya 40.000 km (32 %). Ahora bien, las pérdidas varían en función de la Comunidad Autónoma de la que se trate. Así en la Comunidad de Madrid se han perdido 1.600 de 4.200 km (38 %), mientras que en Andalucía de 33.000 km hoy día tan sólo son recuperables 24.897, habiéndose perdido el 24,3 %.

De lo que nos queda, el grado de funcionalidad es muy diverso pues se encuentra sometido a diversas ocupaciones, alteraciones y presiones.