En el Paisaje protegido de Tamanca y el Paisaje protegido de El Remo se encuentra el saltamontes Acrostira euphorbiae, un endemismo de la isla de La Palma catalogado “en peligro de extinción”, tanto en la Lista de Especies Amenazadas de España como en la Lista de Especies Amenazadas de Canarias. Se trata de un saltamontes muy peculiar, que vive sobre las tabaibas de las que se alimenta, y que permanece camuflado sobre sus tallos siendo difícil observarlo. Tal es así, que a pesar su gran tamaño no fue descubierto y descrito hasta 1992.

Pedro Oromí y José Mª Fernández Palacios, profesores titulares de la Universidad de La Laguna. El Ecologista nº 60

Esta especie ha sido objeto de particular atención tras su descubrimiento en una pequeña parcela de El Remo, debido a que su distribución y número de ejemplares parecían ser muy limitados. El biólogo Heriberto López ha desarrollado su tesis doctoral sobre estos saltamontes, y tanto la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias como el Cabildo de La Palma han invertido abundantes medios económicos y humanos para el seguimiento de las poblaciones de este escaso insecto. En uno de nuestros estudios realizados por encargo de dichos organismos, descubrimos que el saltamontes áptero palmero se encontraba también en parte del Paisaje protegido de Tamanca, y pudimos delimitar su abundancia y área de distribución, afortunadamente mayores aquí que en El Remo.

Talas y urbanizaciones

Sin embargo, últimamente ha estado sometido a ciertas presiones ambientales, pues en gran parte de Tamanca se hacen talas masivas de tabaibas, al parecer para potenciar que crezca la hierba para meter ganado. Esta práctica fue puesta en conocimiento del Cabildo de La Palma y de la Consejería de Medio Ambiente, sin que se tomaran medidas para evitarla aún siendo claramente peligrosa para la subsistencia de Acrostira euphorbiae.

Pero la puntilla a esta especie amenazada puede ser ahora un hecho mucho más grave: la Comisión de Ordenación del Territorio y del Medio Ambiente de Canarias ha emitido un informe favorable a la construcción de un campo de golf y de urbanizaciones adyacentes en pleno espacio protegido de Tamanca, que no solamente afectará muy seriamente al saltamontes, sino que al parecer contraviene diversas normas propias del espacio protegido.

Probablemente mucha gente (en especial quienes tengan intereses económicos en la zona) considere que una nimiedad como un saltamontes no debería suponer el más mínimo obstáculo para el desarrollo (¿o desarrollismo?) de una zona improductiva. Y nos tememos que parte de la administración también piense de este modo, y esté haciendo caso omiso a informes técnicos y recomendaciones bien fundamentados, para seguir otros informes e incluso el Plan Insular de Ordenación de La Palma que han ignorado la existencia de esta especie en Tamanca (¡y en la isla!). Ciertos regidores de nuestro pueblo deberían tener, cuando menos, un mínimo de congruencia con estos temas, y ser consecuentes con las leyes y normas que nuestra administración autonómica y estatal han promovido.

En pocas palabras, por una parte se lanzan los platillos al aire decretando listas de especies protegidas, se amenaza con altísimas multas a quien capture o maltrate a un ejemplar de dichas especies, se invierte dinero público en hacer estudios de seguimiento de las especies en peligro, pero se mira para otro lado cuando las fuerzas económicas presionan para convertir las normas en papel mojado. Afortunadamente Política Territorial ha advertido del grave impacto paisajístico que puede provocar el golf, aunque también podría haberse acordado de esta especie en peligro ¡qué mejor herramienta legal para esgrimir!

El desarrollismo y la ignorancia desprecian a estas especies emblemáticas que no tienen solamente un valor patrimonial, científico y cultural, sino que además deberían ser utilizadas como especies paraguas para proteger de la vorágine las pocas porciones de naturaleza que nos quedan. Hablamos mucho de los cambios necesarios para sustituir el turismo masivo por turismo de calidad, pero no tenemos en cuenta que, con el deterioro ambiental al que parecemos estar abocados, el turismo de calidad se lo llevará quien haya conservado una naturaleza en condiciones, y si no al tiempo ¿Jugarán entonces los saltamontes al golf? Ojalá todavía estén…