Desde el pasado verano se viene trabajando en la llamada Isla de Valdecañas, dentro del embalse con el mismo nombre, para construir un nuevo complejo turístico, sin que se haya realizado la preceptiva evaluación de impacto ambiental y con el beneplácito de la Junta de Extremadura y del Ministerio de Medio Ambiente. Una actuación injustificable por cuanto la zona pertenece a la Red Natura 2000.

Plataforma en Defensa de los ríos Tajo y Alberche de Talavera de la Reina, Ecologistas en Acción de Toledo y de Campo Arañuelo. El Ecologista nº 56

Desde julio de 2007 se pudo contemplar, entre las provincias de Toledo y Cáceres, aguas abajo de la localidad de El Puente del Arzobispo, un espectáculo dantesco: la Confederación Hidrográfica del Tajo, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, manteniendo seco al río Tajo a lo largo de 5 kilómetros de su cauce. El motivo: facilitar los trabajos topográficos y de movimientos de tierra asociados al proyecto Marina Isla de Valdecañas, un complejo turístico que pretende enclavarse en el corazón del embalse de Valdecañas.

Por su parte, la Junta de Extremadura ha declarado este proyecto como de Interés Regional para vadear la adecuada evaluación ambiental del proyecto. Y eso que supondrá un golpe irreversible para los recursos naturales de este territorio, incluido en la Red Natura 2000 y a caballo entre Extremadura y Castilla-La Mancha, especialmente para especies protegidas como el águila perdicera o la cigüeña negra (ambas en peligro de extinción), el halcón peregrino o el alimoche.

El Tajo, aguas abajo de El Puente del Arzobispo se interna en uno de los espacios naturales y culturales más destacados de la Península Ibérica. El río, antes de quedar embalsado por la presa de Valdecañas, aún tiene 30 kilómetros para discurrir encajado entre formaciones graníticas donde, gracias a la excelente cobertura vegetal mediterránea, a los usos extensivos del territorio y a la intrincada orografía, nidifican especies únicas de la fauna castellano-manchega y extremeña. Hablamos de la cigüeña negra, el águila-azor perdicera, el alimoche y el halcón peregrino, todas ellas en densidades muy poco comunes en nuestro país. A esto hay que unir la excelente población de nutria y la existencia de una magnífica representación de molinos de agua junto a la ribera del Tajo.

Después ya empiezan a detenerse las aguas del Tajo en el gran embalse de Valdecañas, que retiene el río durante cerca de 40 km lineales, anegando 7.300 hectáreas. Se trata de en un ecosistema protegido, tanto en Castilla-La Mancha como en Extremadura, bajo la figura de LIC y ZEPA, y por tanto, incluido en la Red Natura 2000.

Pues bien, la presa de Azután no soltó agua este verano, con lo que no llegaba nada de caudal a un buen tramo. Y, a su vez, se vació Valdecañas, en un año en el que las aportaciones naturales han estado muy por encima de la media. De esta manera, el embalse de Valdecañas –de una capacidad de 1.446 hm3–, llegó a almacenar sólo 503 hm3, el 34,8% de su capacidad total, lo cual contrasta sensiblemente con el agua embalsada el año anterior por esas fechas, 760 hm3, y con la media de los últimos diez años, 679 hm3.

Especies desprotegidas

Playas interminables de arena, nidos de especies protegidas al descubierto y a merced de los predadores por la pérdida de la protección que les confería la inundación habitual del cauce. Y todo ello a causa de la nefasta gestión de la Confederación Hidrográfica del Tajo, puesto que el río en este tramo debería transportar un caudal mínimo de unos 25-30 m3/s. Con el descenso del caudal y la desecación de las márgenes y lechos del Tajo en la zona, se puso en serio riesgo la integridad y la seguridad de las plataformas de cría de las especies aludidas anteriormente, dado que el descenso de los niveles hídricos permite el acceso prácticamente andando a dichas plataformas, especialmente a las de la cigüeña negra (más tardía que las anteriores en su reproducción y habitualmente con nidos mucho más bajos en los cortados rocosos de la zona).

Este hecho comprometió gravemente la integridad física de los individuos de las especies nidificantes en la zona, especialmente de pollos y juveniles, mucho más desvalidos a la hora de afrontar la supervivencia por molestias, expolios o factores similares, dada su inexperiencia e incluso la limitación en las condiciones físicas inherente a esta fase de su desarrollo fisiológico.

En las inmediaciones de la localidad cacereña de El Gordo, el movimiento de maquinaria pesada, camiones, excavadoras, etc. se afanaba en las obras de Marina Isla de Valdecañas, un proyecto inmobiliario apadrinado por la Junta de Extremadura, un desarrollo urbanístico especulador y de gran escala que ha recibido las críticas unánimes de grupos conservacionistas y ecologistas de todo el país.

El vaciado del embalse y el bloqueo de agua entrante tenían una explicación: hacían más sencillos los trabajos en el lecho del pantano, puesto que el proyecto precisa realizar un rebaje muy importante del istmo que une la isla donde se ejecutará el proyecto, con el objetivo de que quede asilada y sólo se pueda acceder a ella mediante un puente de nueva creación. Una exigencia de la exclusividad y elitismo del macro-proyecto urbanístico. Además, se da la circunstancia de que la Isla de Valdecañas era propiedad de Iberdrola, casualmente una de las empresas responsables de la gestión del caudal y de su aprovechamiento en las presas de los embalses de Azután y Rosarito.

Denuncias ecologistas

Así las cosas, la Plataforma en Defensa de los Ríos Tajo y Alberche de Talavera de la Reina, Adenex y Ecologistas en Acción de Toledo y de Campo Arañuelo nos hemos posicionado firmemente en contra de estas obras y de la desecación que entendemos directamente asociada. Tanto Ecologistas en Acción como Adenex hemos puesto los hechos en conocimiento de la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo del Tribunal Supremo, solicitando la paralización de las obras. Nuestra denuncia ha sido admitida a trámite y se fundamenta en el escaso rigor y la forma irregular de evaluar los impactos ambientales que han podido observarse desde el inicio de las obras.

Según la abogada de Adenex, Mª Ángeles López, la apertura de diligencias, comunicada la semana del 22 al 28 de octubre a los denunciantes, implica que el fiscal considera que hay indicios suficientes para abrir una investigación sobre el caso. Así, si en el proceso que ahora se inicia se encuentran indicios de delito, el fiscal emprenderá las diligencias penales oportunas y tendrá que decidir a qué juzgado compete la resolución del caso. Por el momento, el Tribunal Superior de Justicia ya ha citado a los diferentes implicados para tomarles declaración.

Durante las últimas semanas, hemos elaborado un estudio desarrollado por un equipo de biólogos con el objetivo de conocer los daños causados al medio natural por el inicio de las obras del complejo turístico y que será adjuntado a la documentación de apoyo a nuestra denuncia. En principio, los dormideros de grullas invernantes del embalse de Valdecañas, han desaparecido y parece que algunos de los individuos que los ocupaban se han ido trasladando a los dormideros de la especie en los embalses próximos de Rosarito, Navalcán y la Laguna del Grullo. La destrucción de parte del ecosistema es ya más que patente.

Amenazas y agresiones a ecologistas

Pero parece ser que las grullas, cigüeñas negras y rapaces no son los únicos seres molestos a los que estos auténticos depredadores de nuestro sistema democrático y participativo y de nuestro medio ambiente quieren erradicar de la comarca para llenarse los bolsillos. El pasado 2 de septiembre de 2007, nuestra compañera Francisca Blanco (Paca para los amigos), militante en Ecologistas en Acción de Campo Arañuelo, sufrió el lanzamiento de varios objetos a su vivienda, además de recibir diferentes insultos y amenazas. Todo ello sin contar con la exclusión social sistemática a la que es sometida simplemente por mantener un punto de vista más que legítimo –aunque diferente al de ciertos sectores– en un país que presume de democrático.

Estos hechos, que fueron denunciados ante la Guardia Civil, han sido suficientes para posibilitar la formulación de una pregunta parlamentaria a la Mesa del Congreso de los Diputados por parte del diputado Joan Herrera –perteneciente al Grupo Parlamentario de Izquierda Unida – Iniciativa per Catalunya Verds– en el sentido de que el Gobierno emita una opinión sobre las agresiones, sobre si se ha abierto una investigación y los resultados de la misma y sobre la propia legalidad e idoneidad de un proyecto como el de Marina Isla de Valdecañas en plena Red Natura 2000.