Gran Canaria mantiene una situación histórica en la que los residuos son un problema cada vez más grave porque, simplemente, no se gestionan. Siendo la comunidad autónoma que más residuos produce por habitante y año, nos hemos dedicado a tirar estos residuos en vertederos que no cumplen la normativa y afectan gravemente a la salud de los vecinos.

El PTE-R es la oportunidad de cambiar de rumbo y poner en marcha una gestión más sostenible, sin embargo el Cabildo pierde esta oportunidad, faltando a su obligación de fomentar la participación, ya que desde que en Septiembre de 2009 se publicara el documento de Avance del PTE-R y tras dos procesos de participación en los que la corporación insular recibió numerosas alegaciones y sugerencias, no ha hecho ningún esfuerzo por escuchar a la ciudadanía ni por incorporar ninguna de sus propuestas encaminadas a conseguir una gestión más sostenible de los residuos. Se produce incluso una situación vergonzosa ante la publicación de un documento cuyas fechas de ejecución oscilan entre 2008 y 2016, es decir, ni siquiera se molestaron en actualizar las fechas. Por tanto el PTE-R supone para esta isla los mismos problemas que supuso desde el principio:

  • No cumple con la jerarquía de tratamiento de residuos que exige la normativa (prevención, reutilización y reciclado, antes que cualquier otra opción). Sin embargo el Cabildo propone que más del 40% del presupuesto del plan se destine a una gran planta incineradora, mientras que sólo un 0,2% vaya a parar a medidas de prevención, es decir, aquellas medidas que reducen tanto las cantidades de basura generadas y como su toxicidad.
  • Pone en riesgo la salud de los vecinos cercanos al vertedero. Sabiendo que existe un informe del Servicio Canario de Salud que reconoce que la cercanía del vertedero afecta gravemente a la salud de quienes viven cerca. Las consecuencias de sumar a este lugar una incineradora serían infinitamente más graves.
  • Propone como principal “solución” la incineración, es decir, una tecnología contaminante, cara, insalubre, y que implica un paso atrás en todas las políticas de reciclaje.
  • Apuestan por el modelo que gestión que menos empleo genera (solo se necesitan entre 32 y 82 personas para quemar 200.000 toneladas de residuos, mientras que para poner en marcha un sistema basado en el reciclaje harían falta cerca de 500)

Los integrantes de la Plataforma “La Incineración no es la solución”, en la que participa Ben Magec-Ecologistas en Acción, piden al Cabildo que recapacite y muestre responsabilidad para tomar decisiones que condicionarán gravemente el futuro de la isla