Con ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra mañana 5 de junio, Ecologistas en Acción hace pública la concesión del Premio Atila para distinguir a quienes a lo largo de un año hayan destacado por su contribución a la destrucción del medio ambiente de Valladolid.

El Día Mundial del Medio Ambiente fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972 coincidiendo con la primera cumbre mundial sobre medio ambiente: la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Ambiente Humano. Los fines de este evento anual son aumentar la conciencia medioambiental, y fomentar la acción global en la protección del medio ambiente.

Ecologistas en Acción concede los Premios Atila Valladolid con el objetivo de “distinguir y denunciar a aquellas personas, entidades o proyectos que más hayan destacado por su contribución a la destrucción del medio ambiente”. Los premios, que se concedieron por primera vez en 1992, tienen dos categorías denominadas “Atila” y “Caballo de Atila”.

En el caso de Valladolid, tras la deliberación el Jurado de Ecologistas en Acción acordó:

1. Conceder el Premio Atila a la peor conducta ambiental a la empresa Uralita, como responsable última del abandono y dispersión por la ciudad y provincia de miles de toneladas de amianto en su antigua fábrica de fibrocemento de la Carretera de Madrid en Valladolid. El amianto es un grupo de fibras minerales clasificado como cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud en 1973.

Uralita vendió su factoría vallisoletana en 2006 a uno de sus accionistas históricos, la multinacional belga Eternit (hoy Etex), que cerró en 2009, desmantelando la maquinaria y vendiendo los terrenos a la inmobiliaria Reyal Urbis, hoy en concurso de acreedores, sin que ninguna se haya hecho cargo hasta la fecha de la descontaminación de la parcela, tarea valorada en más de un millón de euros.

En los últimos meses, antes la pasividad de las autoridades locales y regionales, se ha producido el saqueo de las instalaciones de la antigua fábrica, provocando la alarmante dispersión de una cantidad indeterminada de fibra de amianto por toda la ciudad, afectando especialmente al barrio de Pinar de Jalón y al Colegio de San Agustín.

2. Conceder el Premio Caballo de Atila a la Confederación Hidrográfica del Duero por la destrucción de la ribera urbana del río Pisuerga entre el Puente de Arturo Eyries y La Flecha, acometida en las últimas semanas con financiación de la Unión Europea.

Esta intervención está consistiendo en la tala en plena época de nidificación de numerosos árboles y arbustos, dejando a su paso una ribera absolutamente esquilmada de vegetación, lo que contraviene de manera radical la normativa urbanística y territorial de Valladolid, que protege las riberas del Pisuerga como Área de Singular Valor Ecológico.

El Jurado expresó su esperanza en que la concesión de estos premios llame a la reflexión a los premiados sobre el deterioro ambiental que están causando.