Un año más, con la llegada del calor y el incremento de las temperaturas, las emisiones de las centrales térmicas de Anllares, Compostilla, La Robla y Velilla y, en el caso de El Bierzo, el intenso tráfico motorizado que soporta esta comarca, han provocado que se disparen los niveles de ozono en la ciudad de Ponferrada, en El Bierzo y en la Montaña Central de León.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha difundido “a toro pasado” en la tarde de ayer martes un comunicado en el que alerta de la superación del umbral de información de ozono en El Bierzo (León), establecido por la normativa española y europea en 180 microgramos por metro cúbico como promedio horario. Esta superación se ha producido en la estación de control de la contaminación de Ponferrada a las 5 de la tarde, donde se ha alcanzado un nivel de ozono de 188 microgramos por metro cúbico.

La previsión de la superación de este umbral, obliga a las autoridades autonómicas a advertir a las personas más sensibles a la contaminación atmosférica, tales como niños, ancianos o personas con problemas respiratorios, de que se protejan evitando en las horas centrales del día cualquier esfuerzo físico y los ejercicios al aire libre. También deben informar sobre la previsión de evolución de la contaminación, las áreas afectadas y la duración del episodio.

No obstante, este aviso se ha omitido durante el fin de semana y el lunes, habiéndose registrado otras superaciones en las estaciones de Lario, al norte de la provincia de León, y Carracedelo en El Bierzo. En Lario se alcanzaron 197 microgramos por metro cúbico el sábado, 229 el domingo y 190 el lunes, y en Carracedelo se alcanzaron 183 microgramos por metro cúbico el lunes. Llegándose a alcanzar en la estación de Ponferrada 170 microgramos por metro cúbico en la tarde del lunes, que junto a la superación de Carracedelo y la persistencia de la ola de calor permitían prever la situación registrada ayer.

En opinión de los ecologistas, este “descuido” da una idea del escaso interés con el que las autoridades autonómicas afrontan la lucha contra la contaminación atmosférica, que en el mejor de los casos se limita al envío de un comunicado rutinario a los medios de comunicación, sin mayor esfuerzo por trasladar la gravedad de estas situaciones a los ciudadanos, actuación que en esta ocasión parece haberse producido con un día de retraso.

Ante la persistencia de las altas temperaturas durante toda la semana en el Bierzo y el norte de León, Ecologistas en Acción demanda a la Junta de Castilla y León la adopción de las medidas necesarias de urgencia para evitar alcanzar el nivel de alerta por ozono, establecido en 240 microgramos por metro cúbico. Medidas que deben pasar por la paralización temporal de la actividad de las central térmica de Compostilla, principal emisor de los contaminantes precursores del ozono en El Bierzo, y también de las centrales de Anllares, La Robla y Velilla, si se considera que sus emisiones son la causa de los niveles de ozono en la Montaña.

Según el proyecto APHEA de la Unión Europea la exposición prolongada a elevados niveles de ozono como los registrados los últimos dos veranos es responsable de un aumento de la mortalidad de entre el 2 y el 12 por ciento. La Organización Mundial de la Salud estima como media en 2.000 los fallecimientos prematuros anuales en la Unión Europea producidos como consecuencia de la exposición a estos niveles de ozono.