Al comienzo de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP19) Ecologistas en Acción muestra su alarma ante la masiva influencia de corporaciones empresariales en las negociaciones

La Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP19) comienza en Polonia secuestrada por las grandes corporaciones. Ecologistas en Acción insta al Gobierno español y a la Unión Europea a que liberen al clima, olvidándose de los mercados de carbono que prolongan el problema y apostando por medidas realmente eficaces, como la supresión gradual de los combustibles fósiles.

“La UE tiene como objetivo ampliar los mercados de carbono que beneficiarían a grandes contaminadores en las conversaciones climáticas de la ONU”, denuncia una declaración firmada por más de 140 movimientos y organizaciones sociales del mundo. La carta, entregada a la Directora de la Oficina Española de Cambio Climático, pone el dedo en la llaga ante la masiva influencia de corporaciones en esta cumbre. Son empresas interesadas en mantener los mercados de carbono, ya que, con el bajo precio de la tonelada de CO2, es más barato seguir contaminando y comprar “derechos de emisiones” en los mercados financieros que adoptar medidas para reducir sus emisiones contaminantes.

Es muy probable que se salgan con la suya, si se tiene en cuenta que el gobierno polaco ha concedido la condición de “socio” de la COP19 a empresas transnacionales como ArcelorMittal, un gigante mundial en contaminación. Entre los asistentes empresariales a la COP19 figura también UNESA, que agrupa a las cinco principales empresas eléctricas y grandes emisoras de gases responsables del cambio climático en España.

El Gobierno español no debe seguir dando respaldo en las negociaciones a un sistema fallido. Hasta ahora se mantienen las ayudas públicas al carbón y gas, se fomenta el transporte de mercancías por carretera e incentiva el transporte privado, no se toman medidas para reducir el consumo energético y se ahoga la producción de energías limpias y renovables. Por otro lado, se trata de subsanar el incumplimiento de sus compromisos internacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a través de la compra de créditos de carbono.

El Estado español se gastó más de 800 millones de euros en comprar derechos de emisión de CO2 entre 2008-2012, y se convirtió en el segundo país, tras Japón, que más créditos de carbono ha comprado a terceros debido al alto consumo energético. Entre 2012-13 el Gobierno gastó en esta medida aproximadamente 86,75 millones de euros. Y el presupuesto general del Estado para 2014 contempla una partida de 24 millones de euros para compra de derechos de emisión. La Agencia Europea de Medioambiente advirtió recientemente que España necesitará adquirir en el mercado grandes cantidades de créditos de emisión para cumplir Kioto y cerrar el diferencial del 13% entre lo que se tendría que haber reducido y las emisiones reales.

Es necesario romper esta dinámica, como subraya Ecologistas en Acción, que aboga por desmantelar el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea y otros intentos de mercantilizar la naturaleza. Los combustibles fósiles deberían permanecer en el suelo para iniciar una transición real hacia alternativas justas y conducidas por la población, no por las corporaciones o los gobiernos.

- Más información: Declaración Internacional «La cumbre COP 19 en Varsovia: el clima secuestrado»