Ecologistas en Acción ante el actual episodio de inundaciones y las políticas hidráulicas anacrónicas que se defienden desde la presidencia de la Confederación Hidrográfica del Ebro se ve con la obligación de recordar la comunicación de la Comisión Europea “Plan para salvaguardar los recursos hídricos de Europa” (“Blue print”) del pasado 2012. En ella se señala como las principales causas de los efectos negativos sobre la situación hídrica estan interrelacionadas, destancando el cambio climático; el uso del suelo; las actividades económicas tales como la producción de energía, la industria, la agricultura y el turismo; el desarrollo urbano y el cambio demográfico. Los efectos provocados por estas causas son: las emisiones contaminantes, un exceso de utilización del agua (estrés hídrico), alteraciones físicas de los organismos acuáticos y acontecimientos extremos tales como las inundaciones y las sequías, que aumentarán a menos que se adopten medidas adecuadas.

La UE desde una perspectiva esencialmente economista considera que sus estados deben centrarse en el crecimiento ecológico y ser más eficiente en la utilización de recursos (particularmente el agua) con el fin de lograr una recuperación sostenible que permita salir de la actual crisis económica y ambiental, adaptarse al cambio climático y aumentar la resistencia frente a catástrofes naturales.

La Comisión Europea en esta comunicación manifiesta que los mayores impedimentos para alcanzar estos objetivos son las presas para centrales hidroeléctricas y la navegación (recordemos que muchas cuencas europeas son altamente navegables) el drenaje de suelos con fines agrícolas, o de la construcción de diques de protección contra inundaciones. Esta comunicación considera que “la presión procedente de la agricultura y de la protección contra las inundaciones puede mitigarse o evitarse. Entre los métodos posibles cabe destacar el desarrollo de franjas de protección, que proporcionan continuidad biológica entre los ríos y sus orillas, y la utilización, cuando sea posible, de infraestructuras verdes, tales como la restauración de zonas ribereñas, humedales y llanuras de inundación para retener el agua, apoyar la biodiversidad y la fertilidad del suelo y evitar inundaciones y sequías. Se trata de una valiosa alternativa a las clásicas infraestructuras «grises» (por ejemplo, terraplenes, diques y presas)”.

Esta comunicación de la UE demuestra claramente como nuestra crítica a las clasicas infraestructuras y nuestras propuestas de medidas para paliar los efectos negativos de las inundaciones concuerdan plenamente com las de la UE. Se hace evidente que la política hidráulica y la de ordenación del territorio llevada hasta ahora por los gobiernos españoles, autonómicos, locales y permitidas por las Confederaciones Hidrográficas (en este caso la del Ebro) mediante la ocupación de zonas inundables y la construcción de grandes obras de hormigón y dragados son claramente anacrónicas y ya obviadas por las políticas más avanzadas, que a su vez, son más respetuosas con el medio ambiente y ajustadas a balances económicos que internalizan todos los costes reales y no únicamente el beneficio a corto plazo de determinados sectores empresariales.

Por todo ello, Ecologistas en Acción exige a los responsables de todas las demarcaciones hidrológicas del Estado español que planifiquen bajo los criterios que se les recomienda desde la UE de restauración de zonas ribereñas, humedales y llanuras de inundación para retener el agua, apoyar la biodiversidad, la fertilidad del suelo, lo cual también paliará los efectos negativos de las inundaciones y sequías. También que no permita construir bajo ningún concepto en zona inundable dado los graves riesgos que conlleva y proceda a la progresiva eliminación de las construcciones ya existentes, tal y como exige la normativa vigente.