La UE desde una perspectiva esencialmente economista considera que sus estados deben centrarse en el crecimiento ecológico y ser más eficiente en la utilización de recursos (particularmente el agua) con el fin de lograr una recuperación sostenible que permita salir de la actual crisis económica y ambiental, adaptarse al cambio climático y aumentar la resistencia frente a catástrofes naturales.
La Comisión Europea en esta comunicación manifiesta que los mayores impedimentos para alcanzar estos objetivos son las presas para centrales hidroeléctricas y la navegación (recordemos que muchas cuencas europeas son altamente navegables) el drenaje de suelos con fines agrícolas, o de la construcción de diques de protección contra inundaciones. Esta comunicación considera que “la presión procedente de la agricultura y de la protección contra las inundaciones puede mitigarse o evitarse. Entre los métodos posibles cabe destacar el desarrollo de franjas de protección, que proporcionan continuidad biológica entre los ríos y sus orillas, y la utilización, cuando sea posible, de infraestructuras verdes, tales como la restauración de zonas ribereñas, humedales y llanuras de inundación para retener el agua, apoyar la biodiversidad y la fertilidad del suelo y evitar inundaciones y sequías. Se trata de una valiosa alternativa a las clásicas infraestructuras «grises» (por ejemplo, terraplenes, diques y presas)”.
Esta comunicación de la UE demuestra claramente como nuestra crítica a las clasicas infraestructuras y nuestras propuestas de medidas para paliar los efectos negativos de las inundaciones concuerdan plenamente com las de la UE. Se hace evidente que la política hidráulica y la de ordenación del territorio llevada hasta ahora por los gobiernos españoles, autonómicos, locales y permitidas por las Confederaciones Hidrográficas (en este caso la del Ebro) mediante la ocupación de zonas inundables y la construcción de grandes obras de hormigón y dragados son claramente anacrónicas y ya obviadas por las políticas más avanzadas, que a su vez, son más respetuosas con el medio ambiente y ajustadas a balances económicos que internalizan todos los costes reales y no únicamente el beneficio a corto plazo de determinados sectores empresariales.
Por todo ello, Ecologistas en Acción exige a los responsables de todas las demarcaciones hidrológicas del Estado español que planifiquen bajo los criterios que se les recomienda desde la UE de restauración de zonas ribereñas, humedales y llanuras de inundación para retener el agua, apoyar la biodiversidad, la fertilidad del suelo, lo cual también paliará los efectos negativos de las inundaciones y sequías. También que no permita construir bajo ningún concepto en zona inundable dado los graves riesgos que conlleva y proceda a la progresiva eliminación de las construcciones ya existentes, tal y como exige la normativa vigente.