El pasado 27 de febrero el Consejo de Ministros acordó autorizar la celebración de dos contratos para la conversión en autovía de la circunvalación de Segovia (SG-20), con un presupuesto estimado de 55 millones de euros, avivando el debate sobre cuáles deben ser las prioridades del gasto público en Segovia.

Al hilo de esta decisión, Ecologistas en Acción, el Foro Social y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Segovia han preparado la carta abierta “La circunvalación de Segovia puede esperar”.

Segovia necesita inversiones urgentes en sanidad, educación y servicios sociales

Segovia sufre carencias inaceptables en aspectos esenciales como la sanidad, la educación y los servicios sociales. He aquí algunos datos para corroborarlo:

2015 se inició con una lista de 1.731 segovianos en la lista de espera para ser intervenidos en el hospital general de Segovia. En el pasado año 2014, según las estadísticas oficiales, el tiempo medio de espera para operarse fue de dos meses y medio. Pero en especialidades como traumatología hay personas que llegan a esperar entre seis y doce meses. Por otra parte, los tiempos de espera para obtener cita en especialidades tan esenciales como traumatología son inaceptables, dado que pueden ocasionar daños irrecuperables en la salud de los afectados.

En educación pública, la Delegación Provincial de Educación deja pasar largos periodos de tiempo sin sustituir a profesores de baja por enfermedad. A modo de ejemplo, en el presente curso, en la Escuela Oficial de Idiomas de Segovia los alumnos han estado sin profesores sustitutos durante periodos superiores a un mes.

En materia de protección social, aportaremos dos datos que revelan el deterioro del sistema: la mitad de los parados segovianos no recibe prestaciones por desempleo (los beneficiarios de estas prestaciones se redujeron un 16% durante 2014). Por otra parte, en el pasado año en Segovia tuvieron lugar 182 ejecuciones hipotecarias, cuatro veces más que las ocurridas en 2007.

En un panorama de carencias y recortes, del que los datos aportados apenas son la punta del iceberg, se autorizan contratos por valor de 55 millones de euros para desdoblar la circunvalación de Segovia. ¿Es posible que no haya dinero para traumatólogos y sí para cemento?

El senador socialista por Segovia Félix Montes declaraba el pasado 8 de marzo que el desdoblamiento de la SG-20 “es un proyecto prioritario”. (Prioritario: “que tiene prioridad o preferencia respecto de otra cosa”). El senador Montes debería explicar respecto a qué otras áreas de la gestión pública debe tener preferencia y por qué. También deberían dar explicaciones los senadores por el Partido Popular que se declaraban “muy satisfechos” por la decisión del Consejo de Ministros autorizando los contratos para la autovía.

Segovia puede vivir sin desdoblar la SG-20

Cualquier segoviano o segoviana que utilice de forma habitual la SG-20 sabe bien que esta vía no sufre nunca embotellamientos ni retenciones. Al contrario, la norma es un tráfico intenso pero fluido que, con frecuencia, permite circular a la máxima velocidad permitida (90 Km hora). La SG-20 no necesita ser desdoblada, aunque deberían mejorarse algunas incorporaciones que carecen del necesario carril de aceleración.

No percibimos la urgencia o la prioridad de la obra: no hay previsiones de que la ciudad vaya a crecer de forma sustancial en los próximos años, ni de que el tráfico rodado vaya a incrementarse de forma drástica. Y, sin embargo, la necesidad de desdoblar esta vía es una de las cuestiones en la que los dos partidos tradicionalmente mayoritarios PP y PSOE se muestran de acuerdo.

Si el cemento es la solución… ¿Cuál es el problema?

La construcción de grandes infraestructuras ha sido presentada por los grandes partidos como la solución a multitud de problemas y como el dinamizador económico por excelencia. ¿Cómo explicar entonces la profundidad de la crisis en España si somos el país europeo con más kilómetros de vías de alta capacidad, de kilómetros de líneas de alta velocidad; de presas…?

Si, a pesar del enorme desarrollo de las infraestructuras de transporte por carretera, el cemento sigue siendo la solución… entonces, ¿cuál es el problema? En la historia reciente de nuestro país, las grandes obras públicas se han asociado con frecuencia a la corrupción y a la financiación ilegal de los partidos. Para algunos, pagar grandes sumas a las constructoras de turno resulta mejor negocio que pagar sueldos de médicos o maestros.

Gastar hoy… ¿pagar mañana?

Comprometer inversiones sustanciales en el tramo final de la legislatura, cuando su mero anuncio puede aún tener un cierto crédito electoral y cuando la deuda quedará como herencia para los próximos gestores públicos, es una tentación muy grande. Pero es el momento de actuar con responsabilidad. Los responsables políticos deben romper con viejas prácticas que carecen de sentido. Y los ciudadanos tenemos que vencer la inercia que nos ha llevado a aceptar de forma acrítica estos regalos envenenados con el argumento falaz de que “siempre es mejor que nos toque algo”. Y debemos decir NO. Porque el dinero público merece un mejor destino en Segovia.

En Segovia tenemos mucho por hacer. La SG-20 puede esperar.