Ante el previsible aumento de la contaminación atmosférica Ecologistas en Acción se ha dirigido a las autoridades ambientales de la Junta de Castilla y León solicitando la paralización cautelar del uso de coque de petróleo como combustible principal en sustitución del carbón en la central térmica de Compostilla.

El incremento significativo del uso del coque de petróleo transforma a la central térmica en una incineradora de residuos de refinería con mayor contenido que el carbón en contaminantes como el azufre, los metales pesados y el nitrógeno:

Efectivamente, el coque de petróleo tiene entre cinco y nueve veces más azufre que el carbón (según sea éste nacional o de importación). Así consta en la Autorización Ambiental Integrada (AAI) publicada en el BOCyL de 05.03.09, que rige el funcionamiento de la térmica. Una mayor proporción de coque aumentará previsiblemente las emisiones de dióxido de azufre (SO2) cuyos valores diarios en el Bierzo superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

Por lo que respecta a los metales pesados hay que recordar que en el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes, Compostilla figura como la instalación industrial que más mercurio emite, 135 kg el pasado año. El uso de un combustible con mayor presencia de metales pesados, difícilmente hará que la central berciana abandone el liderazgo de las instalaciones más sucias y contaminantes del Estado español.

El mayor contenido en nitrógeno del coque de petróleo aumentará también la emisión de óxidos de nitrógeno precursores del ozono troposférico (O3) el contaminante que, según el “Informe de la Calidad del Aire 2014 en el Estado español” de Ecologistas en Acción, soporta la práctica totalidad de la población y de las formaciones vegetales españolas, en proporciones peligrosas para la salud humana y vegetal. Dicho informe concluye recomendando la adopción de las mejores técnicas disponibles, y la reducción drástica de la generación eléctrica por centrales térmicas, en particular las que utilizan carbón. Todo lo contrario de lo que sucede en Compostilla donde Endesa recurre a un combustible más sucio y barato para mantener la producción, sacrificando al beneficio empresarial la protección de las personas y el medio ambiente atmosférico.

No hay que olvidar que la AAI impone a Endesa la obligación de “Incrementar el consumo de carbón de importación (de bajo, o muy bajo contenido en azufre)” y “asumir el compromiso de reducir e incluso rescindir en las calderas de combustión coque de petróleo de alto contenido en azufre”.

Nos encontramos ante un cambio significativo en la calidad del combustible que contraviene la autorización ambiental otorgada a la térmica y conlleva un previsible aumento de la contaminación atmosférica. Tanto el incumplimiento de la AAI como su modificación podrían constituir infracciones graves o muy graves de la Ley 16/2002, de 1 de julio de prevención y control integrados de la contaminación, por lo que también se ha pedido la apertura del correspondiente expediente sancionador a Endesa Generación S.A.