Tras las declaraciones efectuadas ayer en el Senado por la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, y el senador socialista Miguel Fidalgo, Ecologistas en Acción quiere subrayar que a lo largo de estos años los sucesivos Gobiernos han promocionando un modelo basado en el derroche.

Los distintos Ejecutivos no han mostrado interés real alguno en desarrollar un modelo productivo con un bajo consumo de fuentes fósiles y de recursos, limitándose en muchas ocasiones a una simple incorporación de la legislación europea.

En palabras del propio exministro de Medio Ambiente Arias Cañete “Es verdad que tanto el Gobierno socialista anterior, como el actual, han utilizado la compra de derechos de emisión para cumplir con Kioto en lugar de hacer políticas internas.” De hecho, a pesar del acuerdo de aumentar no más del 15% de emisiones sobre el año 1990 pactado en el Protocolo de Kioto, alcanzamos el triste récord del 53% de incremento de las emisiones. Solamente los efectos de la crisis económica -y no de unas buenas políticas de reducción- consiguieron descender esta cifra hasta el 22,4% en 2012, cuando hubo que recurrir para cumplir los acuerdos a la compra de emisiones por un valor superior a 800 millones de euros a países del este que nunca llegaron a usar sus cupos de emisión debido al desmoronamiento de la industria comunista.

Una política de lucha contra el cambio climático debería basarse en el desarrollo de las energías renovables y no, como ocurre en nuestro Estado, en un incremento de las emisiones debido al aumento de la demanda y la quema de carbón y gas natural, la construcción de grandes infraestructuras de transporte y un modelo basado en la construcción. A lo que hay que sumar el enorme freno a las energías renovables de este gobierno con medidas como la eliminación de ayudas a las energías renovables, el real decreto contra el autoconsumo, el apoyo al fracking y a la quema de carbón nacional. Esta parece ser la auténtica “hoja de ruta” de los Gobiernos hasta la fecha, muy lejos de estar a la altura del gran reto del siglo XXI que es el cambio climático.

Es difícil entender cuál es el significado de esa “política efectiva y presente” a la que se refiere la ministra sobre los presupuestos generales del año que viene, ya que si bien la Secretaría de Estado de Medio Ambiente aumentará su presupuesto en 26 millones de euros, estos se quedan pequeños frente a los 33,2 millones que ha recibido el carbón nacional durante el pasado año.

Ecologistas en Acción insta a los representantes del Estado español a publicar la posición que su equipo negociador defenderá en la cumbre del clima de París del próximo diciembre y a que sea lo suficientemente ambiciosa como para limitar el calentamiento global a 1,5ºC. Urge un fuerte compromiso que garantice un punto de inflexión en las políticas contra el cambio climático, con un horizonte de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a prácticamente cero en 2050, y no en 2100, como manifestó Arias Cañete contraviniendo las recomendaciones realizadas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) .

Todo esto nos situaría en el punto de partida para evitar el colapso ambiental al que nos dirigimos de seguir con nuestro actual modo de producción y consumo.