Desde Ecologistas en Acción venimos trabajando, junto con otras organizaciones, en erradicar el maltrato de los animales en circos y espectáculos similares, habiendo logrado que sean cada día mas los municipios que han aprobado nuestra moción comprometiéndose a no autorizar la instalación de circos con animales.

En los últimos meses hemos presentado esta misma moción al Ayuntamiento de Madrid y de momento se ha logrado que la Junta Municipal del Distrito de Arganzuela haya aprobado una proposición de Ahora Madrid, con el apoyo del PSOE, instando al Ayuntamiento a desarrollar un nueva ordenanza que impida el uso de animales en espectáculos circenses. Ello supone un importante paso en el rechazo a la utilización de animales en circos, pero Ecologistas en Acción de Madrid seguirá colaborando con el Ayuntamiento hasta que se apruebe esa nueva ordenanza.

Detrás de cualquier participación de animales en números circenses existen centenares de horas de castigo (golpes, largos periodos sin comer, incluso descargas eléctricas) hasta conseguir que un animal realice una determinada pirueta. Están casi toda su vida hacinados en jaulas y contenedores donde apenas pueden darse la vuelta. Son sometidos a la extirpación de garras, entre otros daños físicos, y carecen de las necesidades más elementales para poder desarrollar sus comportamientos naturales básicos. El uso de animales para espectáculos circenses es una práctica de maltrato animal y, como tal, debe ser erradicada.

La sensibilidad social creciente por este asunto se está trasladando a algunas instituciones. Destaca el pronunciamiento del Parlament de Catalunya que ha prohibido mediante una ley el uso de animales en circos en todo su territorio y los más de 60 municipios del resto del Estado que, durante el último año están adoptando medidas en este mismo sentido, ya sea a través de la declaración de localidades «libres de circos con animales» o con la modificación de sus ordenanzas. En la actualidad, según el seguimiento realizado por Ecologistas en Acción, existen 230 localidades en España cuya normativa municipal prohíbe la instalación de circos que usen animales.

Estas medidas tienen una incidencia directa: por un lado, hay una mayor información al público sobre aspectos de maltrato animal en los circos que se esconde o minimiza durante las funciones. Por otro lado, se está dando una importante reconversión en el sector para prescindir del uso de animales en algunos de los cerca de 40 circos que todavía los usan, al tener cada vez menos localidades donde hacerlo.