Durante la mañana del sábado 30 de abril un nutrido grupo de personas se han sumado a este original itinerario, que ha discurrido principalmente por la zona centro de la ciudad. Ecologistas en Acción lleva tiempo denunciando las prácticas que se están realizando sobre el arbolado maduro de la ciudad, en particular podas abusivas y desmoches, que degradan la salud de estos ejemplares.

La actividad estaba abierta al público en general, y se realizó una invitación especial dirigida a los grupos municipales para hacerles partícipes de la preocupación y principales demandas de Ecologistas en Acción en materia de gestión de arbolado urbano. A la convocatoria dirigida a concejales y concejalas solo ha acudido Eva de Ara del grupo Imagina Burgos.

El recorrido cumplía un doble objetivo: dar a conocer la importancia de los árboles en el entorno urbano y denunciar las amenazas a las que están expuestos, principalmente por las tropelías que se están generalizando en su cuidado y mantenimiento. Bajo esta premisa se ha interpretado la importancia del bosque de ribera del río Arlanzón, tanto para el ecosistema fluvial como para la ciudad y se ha denunciado el trato recibido por dos álamos blancos que se encuentran al lado de la pasarela, que fueron desmochados sin ningún criterio técnico; se han contado anécdotas del emblemático paseo del Espolón y sus jardines de inspiración francesa; admirado los jardines del Instituto López de Mendoza, que han sido víctimas de una poda que ha destrozado todo el valor estético de esta arboleda, a pesar de estar clasificados como arboleda singular en el Plan General de Ordenación Urbana, y que sin duda van a mermar la salud de los mismos.

Las secuoyas sempervirens ubicadas en el Paseo de la Serna han sido visitadas por constituir un grupo único en la ciudad. Tambien y muy cercanas a ellas otra denuncia: la poda de los plátanos de todo el paseo, que han roto todo el valor estético de estos ejemplares, y muy probablemente acortado su vida.

El parque del doctor Vara también ha sido parada en el itinerario por sus ejemplares singulares de tejos. Se ha podido observar las heridas de podas viejas en platanos y admirar el precioso ejemplar de cedro del Líbano, una especie escasísima en la ciudad y con un porte majestuoso.

El porte natural de los árboles es bello, y por lo general, es la estructura más resistente frente a los fenómenos meteorológicos. Las ramas que genera el árbol cuando es podado, tienen una estructura más frágil y pierden la “continuidad de veta” provocando que la rotura sea más fácil cuando se cargan de nieve o con fuertes vientos. Durante la mañana se han visto muchos ejemplos en los que estas podas se están practicando de forma sistemática, sin ninguna justificación, como en los álamos y sauces de la Avenida de los Reyes Católicos.

El mensaje que se ha lanzado es claro: tenemos un valioso patrimonio natural en la ciudad, formado por árboles adultos, que hay que perpetuar y conservar. La elección de especies debe ir pensada desde la planificación de los espacios para evitar que se produzcan conflictos con edificaciones o uso del espacio público. La escasa sensibilidad y falta de cultura del árbol en la gestión de parques y jardines atenta contra estos monumentos naturales que desinteresadamente mejoran la calidad del aire, amortiguan el ruido, refugian las aves y modulan el clima. El abandono de las prácticas denunciadas y la inclusión de algunas pautas de conservación y cuidado, mejoraría sensiblemente la salud de estos habitantes silenciosos de la ciudad.