Una exposición y una charla informativa sobre contaminación por ozono troposférico y calidad del aire visita Mataelpino (El Boalo) del 22 al 31 de julio.

Con la ola de calor que viene sufriendo el centro de la Península Ibérica, el intenso tráfico motorizado que soporta el área metropolitana de Madrid y el incremento del consumo de electricidad producida en centrales térmicas por el mayor uso de aire acondicionado han provocado que se disparen los niveles de ozono de manera generalizada en la Comunidad de Madrid y provincias limítrofes en los últimos días.

Con 32 días de superación del objetivo legal en lo que llevamos de año y 48 días en la media de los años 2014, 2015 y 2016, en la estación de El Atazar, la Sierra Norte de Madrid ha rebasado con creces el nivel de contaminación por ozono troposférico que marca la normativa para la protección de la salud. Dicho valor objetivo está establecido en 120 microgramos de ozono por metro cúbico de aire, medidos en periodos de ocho horas, y no se debe sobrepasar más de 25 días al año. Con dos meses de verano por delante, considerado el periodo de más riesgo, las previsiones no son positivas.

Se trata de una situación preocupante que afecta a los 109.000 habitantes de los municipios de la Sierra Norte Madrileña, cuya población asciende notablemente en los meses de verano, frente a la que la Comunidad de Madrid está incumpliendo su obligación legal de elaborar y aplicar un Plan de Mejora de la Calidad del Aire que reduzca la contaminación por ozono que afecta de manera estructural cada verano a la población y los espacios naturales protegidos de la Sierra de Guadarrama.

El ozono es un contaminante secundario que se produce por una reacción química entre los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles que emiten el tráfico motorizado y algunas industrias, en presencia de la radiación solar y altas temperaturas. La peculiar química del ozono hace que se registren valores superiores a kilómetros de distancia de las fuentes de los contaminantes precursores, en espacios donde hay menor presencia de estos; afectando en mayor medida a zonas periurbanas y rurales.

El ozono troposférico es el contaminante que presenta en España una mayor extensión y afección a la población y a la vegetación, con unos niveles al alza. Esto se debe al incremento de las temperaturas medias y de las situaciones meteorológicas extremas (olas de calor) durante el verano, como resultado del cambio climático.

El ozono genera por inhalación irritación de ojos y las vías respiratorias superiores, reduce la función pulmonar y provoca un incremento de los riesgos de enfermedades respiratorias agudas, así como el agravamiento de patologías cardiovasculares.

En episodios de ozono elevados como el ocurrido el pasado martes, cuando en la Sierra Norte de Madrid se superó el umbral de información, establecido en 180 microgramos por metro cúbico en una hora, se deben evitar los esfuerzos físicos y ejercicios al aire libre en las horas centrales del día y a la caída de la tarde, especialmente la población más sensible a la contaminación atmosférica, tales como niños y niñas, personas mayores, mujeres gestantes o personas con problemas respiratorios o cardiovasculares.

La Organización Mundial de la Salud estima en 1.800 los fallecimientos prematuros en España producidos cada año como consecuencia de la exposición a niveles de ozono elevados. El ozono, además de para las personas, es también tóxico para la vegetación, dañando los montes y espacios naturales y reduciendo la productividad de los cultivos.

En este contexto, hoy llega a El Boalo la campaña de sensibilización y denuncia sobre contaminación por ozono y calidad del aire de Ecologistas en Acción. Una exposición itinerante que ya ha circulado por Ávila, Alcobendas, Guadalajara y Segovia podrá visitarse del 22 al 31 de julio en el Edificio Administrativo de Mataelpino. El domingo 31, a las 12:30, tendrá lugar en el mismo lugar una charla informativa.