Leemos en los artículos publicados en los últimos días en diferentes medios de comunicación regionales, la valoración economicista del presidente de la Junta de Extremadura respecto al incendio que se ha producido en el Valle del Jerte y, desde Ecologistas en Acción de Extremadura, creemos que cae en un error. El Sr. Vara apela a que no se hagan dramatismos sobre el incendio porque, parece ser, su única preocupación en estos momentos es mantener el turismo en la zona, y ello conlleva hacer una llamada a la tranquilidad a los que están por venir.

A pesar de que estas palabras, a primera vista, podrían parecer inocuas, Ecologistas en Acción de Extremadura considera que son desacertadas y que conlleva un alto riesgo considerar la salud de nuestros ecosistemas exclusivamente desde el punto de vista de los posibles beneficios económicos que pueda reportar. Por otro lado, restarle importancia a un incendio que, según todos los indicios, parece haber sido provocado esgrimiendo que «sólo afecta al uno o dos por ciento en un terreno de escaso o nulo valor medioambiental», creemos que no sólo es incorrecto, sino que da la sensación de que la Junta no se toma en serio los incendios cuando considera que lo que se quema no sirve para reclamo turístico. Ello podría animar a muchas personas, desaprensivas o desinformadas, a considerar que no pasa nada por quemar el monte cuando éste no tiene el suficiente “valor medioambiental”. El problema es ¿quién decide lo que tiene o no tiene valor? ¿Y con qué parámetros se mide dicho valor?.

Nuestra organización considera que la zona que está ardiendo son 900 has. de matorral y bosque mediterráneo de montaña ubicadas en zonas de alto valor ecológico dentro de la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos, que se ha visto afectada por este incendio. Precisamente el tipo de vegetación arbustiva que caracteriza a estas zonas, que es minusvalorado por el equipo del Sr. Vara, forma parte de los valores ambientales que le valieron la declaración de la figura de protección como Reserva Natural.

Aparte de ello, el hecho de catalogar al terreno que se está quemando como “de escaso o nulo valor”, hace que se tenga la impresión de que no se van a poner todos los medios y esfuerzos a disposición de sofocar el incendio. Aunque, aparentemente, en el día de hoy ha empezado a estar estabilizado, todas las personas conocemos lo cambiante de la meteorología y cómo afecta una racha de viento en un momento determinado para que un incendio se descontrole, o se reactive. Además, están el resto de impactos medioambientales que se dan por causa de un incendio de tal magnitud, como son las emisiones masivas de monóxido de carbono y otras partículas contaminantes a la atmósfera que, además de provocar graves problemas de salud en los humanos –por ejemplo, los que producen los compuestos HAP, algunos de los cuales son carcinógenos—, contribuyen notablemente al ya de por sí difícil de controlar calentamiento global, al contener altas cantidades de gases de efecto invernadero.

Por tanto, nuestra Federación habría esperado del Sr. Vara un comentario técnico y aséptico, informando sobre la zona afectada, pero desdramatizar es como dar alas para que los incendios se sigan produciendo a lo largo y ancho de la Península Ibérica, pues siempre habrá quien salga beneficiado. Recordemos que la gran mayoría de los incendios son provocados, y que ahora mismo está vigente la Ley 21/2015, de 20 de julio, por la que se modifica la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes, la cual elimina la norma para poder construir en zonas arrasadas por incendios, constituyendo un acicate para la intencionalidad de los fuegos.

Si sumamos a la susodicha ley, los fallos en la prevención y la falta de vigilancia del bosque y montaña, así como de control de entradas y salidas de zonas susceptibles de ser quemadas y de alto valor ecológico, debido principalmente a la escasez de medios humanos y materiales a disposición de los agentes del medio natural, así como la necesidad de una mejor preparación del personal del INFOEX para actuar en zonas de alta montaña, obtenemos un cóctel peligrosísimo.

Ecologistas en Acción Extremadura creemos en la fuerte apuesta que hay que realizar, aún más, por las medidas de prevención de incendios, si realmente el Sr. Vara pretende basar la economía de nuestra región en políticas de acción “verde” y en la conservación de nuestro patrimonio natural y rural.

Nadie con responsabilidad política debería restarle importancia a los incendios forestales, realizando comentarios en pro de la no dramatización, minimizando sus consecuencias y sin pensar dónde puede caer esa chispa la próxima vez.