Ecologistas en Acción de la provincia de León se persona en el procedimiento penal por la osa muerta aparecida en Cariseda. Pedirán que se aplique el código penal con la máxima severidad por tratarse de una especie en peligro de extinción.

La falta de vigilancia de las autoridades ambientales hace que se encuentren osos muertos en lugar de los lazos que los matan.

La Asociación ha formulado denuncia por la muerte, el pasado 27 de noviembre, de una osa atrapada en un lazo de acero (presuntamente colocado para cazar jabalíes) en terrenos del coto de caza de Faro y Cariseda (término municipal de Peranzanes). En el escrito de denuncia se solicita la práctica de diversas diligencias al Seprona, al Servicio Territorial de Medio Ambiente y a la Junta Vecinal de Cariseda.

El hecho de que se hayan encontrado otros lazos en las proximidades, pone en evidencia cómo los cazadores furtivos campan a sus anchas por Fornela y Ancares. La muerte de osos a manos de furtivos ha tenido precedentes en la comarca, como el del año 2008 cuando otro lazo malhirió a un oso en Páramo del Sil; o la muerte por disparo en el año 2006 de otro oso pardo en las proximidades de los Lagos de Burbia.

El uso de lazos en la caza, completamente prohibido, ha sido considerado por la jurisprudencia como de similar acción destructiva al veneno, ya que no discrimina la especie afectada. Aunque se pueda argumentar que la persona que colocó el lazo no buscaba cazar al oso, si se colocan lazos en zonas oseras, en zonas de protección del oso pardo (ámbito de aplicación y zonificación del Plan de Recuperación de la especie), tienes que aceptar que puede caer un oso pardo; por ello, está plenamente justificada nuestra petición de que se aplique el código penal con el máximo rigor.

Ecologistas en Acción advierte igualmente de la absoluta dejación de funciones de las administraciones competentes en relación al control la de caza furtiva, cuando no cierta tolerancia complaciente. El Servicio Territorial de Medio Ambiente mira para otro lado, mientras el Ayuntamiento de Peranzanes parece más interesado (un día sí y otro también) en solicitar que se cacen más lobos en la zona, que en erradicar la lacra del furtivismo.

Los lazos son la amenaza más grave que afecta a la población occidental de oso pardo de la Cordillera Cantábrica, por lo que es urgente mantener los territorios oseros libres de esta práctica cinegética. Una mala noticia para quienes estamos interesados en la conservación del oso pardo y una pésima “marca de calidad” para la gestión de un espacio natural que es Red Natura 2000 y Reserva de la Biosfera.