Durante la mañana del domingo 19 de febrero, unas setenta personas hemos acudido a una plantación de árboles y arbustos, con especies autóctonas, organizada desde Ecologistas en Acción de Alcalá de Henares. La zona elegida ha sido el tramo colindante del Henares con el camino de Afligidos, junto al puente de La Oruga. Se trata de una zona muy deteriorada por los desarrollos urbanísticos que los diferentes ayuntamientos han facilitado, en contra de la conservación de nuestros recursos naturales, permitiendo polígonos industriales, centros comerciales, viviendas, espacios deportivos… en zonas de gran valor natural y con riesgo de inundación. Esta zona está sometida a un deterioro añadido, debido al amplio camino que da servicio a una finca privada, pese a existir alternativas que garantizarían el acceso, mejorando las riberas, la seguridad y la calidad del tránsito peatonal y ciclista, tan concurrido en este tramo del río.

En total, han sido plantados cien ejemplares de especies características del bosque de ribera, fundamentalmente fresnos (Fraxinus angustifolia) y majuelos (Crataegus monogyna), además de olmos (Ulmus minor), que vienen a sumarse a los más de 300 ejemplares ya arraigados de plantaciones anteriores. Entre estos podemos encontrar tarayes (Tamarix canariensis) y rosales silvestres (Rosa canina). El porcentaje de pérdidas potenciales se reduce gracias a los riegos que, personas de la asociación y otros ciudadanos, realizamos periódicamente en los meses de más calor.

Desde hace más de 30 años, Ecologistas en Acción de Alcalá de Henares viene realizando plantaciones, de carácter simbólico, con especies autóctonas, en diferentes lugares del término municipal. Con esto se busca llamar la atención sobre el deterioro que sufren nuestros bosques, su importancia y la necesidad imperiosa de apostar por su recuperación. Ecologistas en Acción reclama a las administraciones implicadas que tomen las riendas, para que esta recuperación sea posible. En algunos casos, realizando proyectos de reforestación. Pero, sobre todo, no siendo ellas las promotoras de proyectos que implican destrucción de la naturaleza. Para esto no se necesitan grandes inversiones, sino, fundamentalmente, impedir actuaciones que reduzcan los valores naturales. Entre estas administraciones responsables encontramos a la Confederación Hidrográfica del Tajo, que debe velar por el buen estado de las masas de agua; a la Comunidad de Madrid, responsable de la gestión, conservación y mejora de los espacios naturales; y al Ayuntamiento de Alcalá de Henares, que tradicionalmente ha permitido que la ciudad crezca hacia el río, arrinconándolo de forma absurda y destruyendo las vegas que bordean los cursos de agua, de gran valor agrícola. En espera de que las diferentes administraciones se impliquen en la mejora de este valioso espacio natural, somos los ciudadanos quienes tomamos la iniciativa para realizar mejoras puntuales, en lugares tan necesitados como este tramo.

En un momento en el que parece que sufrimos un retroceso en las políticas de mejora del medio ambiente en general, y de una cada vez más una necesaria cultura de aprecio y respeto hacia los árboles en particular, agradecemos la implicación y apoyo de las personas que han acudido, actuando con un gesto tan sencillo e importante como es plantar un árbol.

No deja de sorprendernos que, todos los equipos de gobierno que han pasado por el ayuntamiento de Alcalá de Henares, hayan tratado con poco aprecio a nuestro patrimonio arbóreo, visibilizado en talas y podas salvajes. De este modo perpetúan un problema que se podría solucionar dando pasos decisivos como, por ejemplo, la elaboración de un Plan de Gestión del Arbolado Urbano consensuado entre todos los grupos políticos, que guiase las actuaciones presentes y futuras, para poder disfrutar de un arbolado sano, variado y apropiado a las características del entorno.

Por último, queremos animar a la ciudadanía de Alcalá para que, de forma individual o a través de otras iniciativas, se impliquen en la defensa, recuperación y mejora de la naturalidad de nuestros ecosistemas. También, de todo aquello que nos ofrece la Naturaleza de manera gratuita e imprescindible, de la cual seguimos dependiendo, como el resto de los seres vivos con los que compartimos este planeta.