• 46 organizaciones europeas, entre ellas Ecologistas en Acción, firman una carta dirigida a la FAO en rechazo a su campaña sobre el Día Mundial de los Bosques, que promociona la quema de los bosques.
  • Demandan que la FAO deje de legitimar los usos energéticos a «gran escala» de la biomasa forestal, y apueste por la conservación y regeneración de los ecosistemas forestales como medida de mitigación del cambio climático.
PDF - 855.4 KB
Letter with signatory logos

La elección por parte de la FAO del tema ‘Bosques y energía’ para celebrar este 21 de marzo ignora en opinión de las organizaciones firmantes «los importantes impactos negativos para el medio ambiente, las comunidades locales, la salud humana, el clima y, por supuesto, nuestros bosques, del uso creciente de la bioenergía». Por ello, en una carta remitida por varias organizaciones y alianzas al Director General de la FAO, José Graziano da Silva, y al director de su Área Forestal, René Castro Salazar, se rechaza el fomento del uso energético de la biomasa forestal realizado por dicha institución.

Javier Andaluz, responsable de Cambio climático de Ecologistas en Acción, alerta de que «la FAO está dando por hecho que todos los usos energéticos de la biomasa tienen emisiones nulas, contradiciendo las indicaciones del IPCC. Muchos estudios científicos han demostrado la falsedad de esta afirmación».

La carta también recuerda que la biomasa forestal residual es insuficiente para satisfacer la demanda creciente de biocombustibles sólidos, de forma que la industria cada vez es más dependiente de plantaciones y talas para su uso energético. Así, las grandes centrales térmicas que queman biomasa en la Unión Europea (UE) se nutren de madera en su mayoría procedente de Estados Unidos y la región báltica, mientras que por otro lado proliferan las plantaciones energéticas en África o Sudamérica dirigidas al mercado internacional de biocombustibles sólidos. Una prueba de ello es el anuncio de la empresa ENCE en 2015 de la construcción de dos centrales térmicas de biomasa en las Islas Canarias, con madera procedente de ambos continentes. Aunque estos proyectos parecen abandonados en la actualidad, tanto ENCE, Forestalia como otras empresas españolas están promoviendo incineradoras de biomasa de 50 MW en varios puntos del Estado, como en Monzón (Huesca).

Las organizaciones firmantes de la carta demandan a la FAO que:

  1. Abandone el fomento de los usos energéticos a «gran escala» de la biomasa.
  2. Deje de presentar de manera engañosa a toda la biomasa leñosa como «neutra en carbono» y «sostenible».
  3. Apueste por el uso eficiente de los recursos de la madera, a partir de una jerarquía en sus usos, que antecede los usos materiales a su combustión.
  4. Apueste por la conservación, regeneración y restauración de los ecosistemas forestales, contribuyendo a mitigar del cambio climático.

Ecologistas en Acción apoya los usos energéticos sostenibles de la biomasa forestal, pero recuerda que en esta valoración de la sostenibilidad debe tener en cuenta la necesidad de incrementar el carbono en los suelos, así como la correcta gestión de los bosques. Tal y como pide la campaña People4Soil, la conservación de los suelos es clave para frenar el calentamiento global, así como la correcta gestión de los bosques como puntos clave para frenar el calentamiento global. Alguna de estas prácticas han sido recogidas a modo de ejemplo en recopilación de casos reales de buenas prácticas para el clima en el aprovechamiento de diferentes tipos de biomasa y que tienen en común la escala local o regional en base a la disponibilidad de recursos locales.