A los 19 años de su construcción y múltiples y azarosos avatares. En El Puerto ha sucedido un fenómeno inexplicable: se ha demolido un edificio ilegal a los 19 años de su construcción en suelo especialmente protegido.

La construcción de este edificio en la finca Los Pinos, en la carretera de Fuentebravía, data de 1998, cuando la empresa Construcciones Chiclana 2000 SL adquiere la finca Los Pinos, declarada por entonces no urbanizable por su interés forestal, ya que en su mayoría estaba cubierta por un bosque de pinos y un denso matorral conformado por sabinas, lentiscos, sanguinos… Los responsables de la empresa procedieron a desbrozar todo el matorral, dejando el bosque muy deteriorado, e iniciaron la construcción de un gran edificio, junto a la casa señorial que perteneció a la familia Terry, de dos plantas y 654 metros cuadrados. Ecologistas en Acción denunció estos hechos ante el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía. La Junta de Andalucía sancionó a la empresa con 10 millones de las antiguas pesetas.

El Ayuntamiento no sólo se negó a abrir el correspondiente expediente sancionador, sino que firmó en 2003 un convenio -con el apoyo de IP y PSOE- con la empresa propietaria para construir 326 viviendas, un hotel y un centro comercial. Las denuncias y alegaciones presentadas por Ecologistas en Acción al nuevo PGOU del municipio, y la gran movilización popular contra estos convenios urbanísticos, consiguieron que la Junta desestimara esta actuación urbanística y prescribiera en la Declaración de Impacto Ambiental que todo el pinar quedara como suelo de especial protección como SGEL.

El Ayuntamiento se vio también obligado a incoar los correspondientes expedientes sancionadores y de restauración de la legalidad, aunque de tan malas ganas, que todo el proceso ha sido, adrede, una inmensa chapuza que ha llevado a que varias veces caducara el expediente por negligencia en las actuaciones e, incluso, a que el TSJA anulara la primera orden de demolición por haber sido firmada por la entonces Teniente de alcalde de Urbanismo Patricia Ybarra, sin tener competencia para ello, ya que tenía que haberla firmado el alcalde Hernán Díaz, y no lo hizo.

La última vez que se dejó caducar el expediente fue en junio de 2014, y de nuevo fue a instancia de Ecologistas en Acción que se volvió a reabrir. Ecologistas en Acción se dirigió al alcalde, sr. Candón, exigiendo se procediera de forma inmediata a la apertura de nuevo expediente de protección de la legalidad sobre las obras denunciadas. Así mismo solicitamos al alcalde que se exigieran las responsabilidades correspondientes por permitirse la caducidad del expediente, lo que nunca se hizo. El expediente se reabrió, y en marzo de 2015 la entonces Teniente de alcalde de Urbanismo Leocadia Benavente ordenó a la empresa Construcciones Chiclana 2000 SL “La demolición de las obras, consistente en edificio de dos plantas realizados con estructura de hormigón y fábrica de ladrillo de aproximadamente 654 m2 en Ctra. El Puerto–Rota, Finca Los Pinos”. La responsable de Urbanismo dió un plazo de dos meses para proceder la demolición del edificio, pasado los cuales sin que se haya realizado “se procederá a la ejecución subsidiaria de las obras de demolición”.

Se ha tardado más de dos años en que se cumpla esta orden de demolición, lo que no deja de ser un fenómeno insólito en un municipio en el que se han construido más de 5.000 viviendas ilegales con el total consentimiento, cuando no expreso apoyo, de los distintos gobiernos municipales. Los que tanto invocan que hay que cumplir las leyes y las sentencias judiciales, cuando se trata de edificaciones ilegales, ni aplican las leyes y normas urbanísticas, ni cumplen las sentencias judiciales.

A lo mejor hemos entrado en una nueva era, en la que las leyes y normas urbanísticas se cumplen. O se está propagando una epidemia de “cumpliditis” de sentencias judiciales. A ver si es verdad; para ello habría que ordenar la demolición de las miles de edificaciones ilegales existentes.

Como prueba de este extraño fenómeno se adjuntan fotos de antes y después de la desaparición del edificio.