Para depositar los residuos, los ciudadanos de Almuñecar (tal y como se recomienda desde todas las administraciones) deben desplazarse unos kilómetros a las afueras del casco urbano, donde se encuentran amontonados y abandonados decenas de contenedores. Los pocos contenedores que hay en el casco urbano se encuentran llenos a rebosar, mostrando la falta de atención que sufren.

Resulta sangrante para cualquier visitante concienciado con los residuos que se harte de dar vueltas buscando contenedores por el pueblo, que los deposite cabreado donde su buen sentido le diga, y que cuando se marche de esta ciudad, se encuentre decenas de contenedores alineados junto a la carretera y bien lejos del pueblo.

Si ya se ha hecho famoso con la huelga de recogedores de basura, que duró una semana, no menos famosos será cuando se conozca que desde hace años no hay contenedores específicos en el centro urbano.

En todo caso, resulta llamativo que un municipio turístico dé esta imagen de su “preocupación” por una buena gestión de los residuos.