Ecologistas en Acción ha dado a conocer que en la central nuclear de Trillo (Guadalajara) se produjeron dos incidente consecutivos que muestran una mala reacción de los sistemas de la central ante un fallo de seguridad. Se trata de un aumento de la potencia inesperado, el día 24 de marzo, y de la no extracción de una barra de control cuado se pretendió llevar el reactor a plena potencia, el día 27. Se suman estos incidentes a los sufridos anteriormente por la central.

Según Ecologistas en Acción el día 24 de marzo se produjo una variación inesperada de la potencia de la central, en un 20% de su valor por encima de lo permitido, mientras se limpiaban unas piezas del condensador, elemento que se encarga de mantener la presión del agua de refrigeración para que no hierva.

Ante este suceso, se bajó la potencia de la central al 30% del total, mediante la inserción parcial de las barras de control. Cuando se intentó poner el reactor a plena potencia, el 27 de marzo, se encontró que una barra de control no se pudo extraer, por causas aún desconocidas. Se ha procedido a la parada del reactor para analizar las causas del fallo de la barra.

Trátese de problemas mecánicos o eléctricos, el hecho para Ecologistas en Acción es grave porque las barras de control son el elemento fundamental para poder parar la reacción nuclear. Igual que la barra no se pudo extraer, podría haberse dado el caso de que no se hubiera podido insertar, suponiendo entonces una grave anomalía para parar de la reacción.

Estos problemas se suman a los que aquejan a la central de Trillo. A pesar de ser una de las más modernas de nuestro país, pues ronda los 20 años de funcionamiento, la nuclear acumula un número muy elevado de problemas.

Durante el Programa de Inspecciones AEOS (Análisis de Experiencia Operativa y Sistemas) se detectaron más de 200 anomalías, muchas de ellas de diseño, y algunas en elementos claves como el sistema de alimentación o el sistema de refrigeración de emergencia.

Además, Trillo es la nuclear que cuenta con más incidentes en la escala INES de sucesos nucleares. Tiene dos incidentes de nivel II y casi una veintena de nivel I.

Para Ecologistas en Acción, esta es una muestra más de los problemas que acarrean las centrales nucleares. El hecho de que durante varios días haya que producir electricidad en otra central de otro tipo hasta que se solucione el problema de Trillo obliga a instalar potencia adicional en la red, que debe prevenir estos vacíos de electricidad “nuclear”, que cada vez son más frecuentes a medida que envejecen las centrales. Sin ir más lejos el pasado año llegaron a estar cuatro centrales paradas al mismo tiempo durante una semana, llegaron a contarse cerca de un centenar de sucesos notificables y se batió el récord de tiempo inactivo por parte del parque nuclear.

Por ello la organización ecologista manifiesta que es imprescindible elaborar cuanto antes un plan de cierre de las nucleares que permita prescindir de una energía cara, peligrosa, que no garantiza el suministro y que genera residuos muy peligrosos para los que no hay solución.