Ecologistas en Acción de la Serranía considera este Plan, cuyo ámbito de actuación es la Comarca de la Serranía Valenciana y el Rincón de Ademuz, como bien recibido por necesario y urgente, pero se redacta con gravísimas carencias y sin dotación económica, por lo que no representará ningún avance ni asegura ninguna mejoría en la prevención contra los incendios forestales.

El mantenimiento y cuidado de las zonas boscosas y de la cubierta vegetal está considerado como uno de los mecanismos más importantes de reducción de los efectos del cambio climático, por lo que está reconocido en el Protocolo de Kioto como uno de los sistemas complementarios de reducción de la efectos del CO2 en la atmósfera. Por ello Ecologistas en Acción de la Serranía lamenta que este Plan, que debería ser una herramienta importante de lucha contra el cambio climático, no se redacte con esta pretensión, de hecho en todo el documento no se hace ni una sola mención al cambio climático.

El Plan presenta serias deficiencias en cuanto a la valoración de la población, la incidencia estacional del fuego, la distribución de la cubierta vegetal o la evolución de las zonas cultivadas por lo que durante sus quince años de vigencia prevista no se contempla ninguna de las previsiones de las modificaciones del medio ambiente ni de la realidad socioeconómica, todo ello motivado por una acusada falta de rigor de los datos estadísticos en que se basa el Plan. En cuanto a las notas positivas del Plan cabe citar la consolidación de las infraestructuras ya realizadas en las Z.A.U. (Zonas de Actuación Urgente), las propuestas de reestructuración de las zonas y actividades de ocio, la importante valoración del pastoreo para la reducción del volumen de vegetación pirófila, y la tímida mención a la necesidad de sustituir el fuego como herramienta.

Ecologistas en Acción de la Serranía reclama el total cumplimiento de la normativa existente en materia de prevención de incendios, como el Decreto 7/2004 del 23 de enero del Consell de la Generalitat por el que se aprueba el pliego general de normas de seguridad en prevención de incendios forestales a observar en la ejecución de obras y trabajos que se realicen en terreno forestal o en sus inmediaciones, y que actualmente se incumple en las extracciones de madera y en la ejecución de los parques eólicos debido en parte por la facilidad de eludir la normativa, tal y como reconoce el estudio del mismo Plan de Prevención.

Tampoco se cumple la obligatoriedad de los Ayuntamientos de confeccionar los planes locales de prevención de incendios y los planes locales de quemas. Estos planes locales son una obligación derivada de la aplicación de la Ley forestal de la Comunidad Valenciana 3/1993, que pese a los años en que está vigente no existe voluntad política de aplicarla ya que tan solo 10 de 27 municipios que componen la Serranía y el Rincón de Ademuz disponen de alguno de estos planes locales. Un caso muy grave que demuestra esta falta de interés político se ha producido en el Ayuntamiento de Andilla, con mayoría absoluta del PP, que dispone de la segunda mayor superficie forestal de la comarca y que acaba de votar en contra de una moción presentada para iniciar los trámites para la realización de estos planes y que la ley Forestal Valenciana obliga a realizar (plenario del 30 de octubre de 2008).

En cuanto a las aportaciones que realiza Ecologistas en Acción mediante sus alegaciones al Plan de Prevención de Incendios de la demarcación de Chelva, además de las ya mencionadas cabe citar la necesidad de aplicar una política seria en materia de reducción de emisiones de CO2 mediante la instalación en la comarca de una planta de generación de energía por biomasa para reducir el volumen de la cubierta vegetal con aprovechamiento, así como para eliminar la materia orgánica producida en las poblaciones y explotaciones agrícolas, además de la prohibición total de la quema de residuos, el abandono del uso del fuego como herramienta mediante ayudas para la adaptación a otros métodos, la potenciación del pastoreo con distribuciones de carga bien distribuidas, el cierre de algunas zonas de la comarca al tránsito en determinadas situaciones de riesgo meteorológico, el cumplimiento escrupuloso de la normativa de prevención de incendios, el cumplimiento de la normativa legal en materia urbanística, el aumento del periodo de contratación de las Unidades de Vigilancia, el aumento del número de Brigadas Rurales de Emergencia de contratación anual en la comarca y la implicación del agricultor mediante su actividad en la creación de cortafuegos entre otras.