Ecologistas en Acción lamenta profundamente que, en lo que se refiere al atún rojo, los intereses económicos se hayan impuesto a la racionalidad. La decisión de no incluir al atún rojo en la lista de especies amenazadas de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), aboca a esta especie a un corto y dramático futuro.

La XV Conferencia de las Partes de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), celebrada desde el 13 al 25 de marzo, en Doha, Qatar, da como resultado la sorprendente decisión de no incluir al atún rojo en el apéndice I del catálogo de especies amenazadas de CITES. Mediante esta catalogación se buscaba la prohibición del comercio internacional de atún rojo, principal causa de las más de 300 toneladas de atún rojo ilegal pescado en la última década. Para la organización ecologista, el resultado ha sido tan claro como inconsecuente: 72 de los 129 países presentes han votado en contra de la prohibición, 43 a favor y 14 se han abstenido.

Ecologistas en Acción denuncia que esta decisión no cuenta con ningún rigor científico, ya que el último informe de ICCAT (Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico, en sus siglas en inglés) ya advertía que la población actual de atún rojo se encontraba a un 15% de su población original.

Ecologistas en Acción denuncia que nuestros políticos han abocado a la pesquería más antigua del mundo y de mayor calado cultural del Mediterráneo, a su extinción. Y con la extinción de esta pesquería, también se extinguirán los pescadores artesanales que se sustentan de esta pesquería en todo el Mediterráneo. Asimismo, Ecologistas en Acción, lamenta profundamente la falta de nivel político del Gobierno de España, que ostentando la Presidencia de la Unión Europea, en el momento de esta transcendental decisión para el futuro del atún rojo, no ha sido capaz de liderar ni posicionarse a favor de esta medida.

Ecologistas en Acción pide a los consumidores, restaurantes, comercializadores, cocineros y supermercados, que dejen de comprar y vender esta especie pues, de lo contrario, serán cómplices de su extinción.