Continuos vertidos en Tarragona, nuevas autorizaciones en Valencia y proyectos en Andalucía.

Angeliki Lysimachou, ecotoxicóloga y coordinadora de Contaminación del Medio Marino en Ecologistas en Acción. Revista El Ecologista nº 68

Durante los meses de diciembre y enero pasados hubo tres vertidos de petróleo en las aguas litorales de Tarragona, dos de ellos relacionados con los pozos de Repsol en la zona. El 22 de diciembre de 2010, por ejemplo, el escape se produjo desde la plataforma Casablanca, situada unos 50 km del Parque Natural del Delta del Ebro, y vertió entre 120.000 y 160.000 litros de crudo a causa de un error humano. Viendo el historial de vertidos de petróleo en el litoral tarraconense se aprecia claramente que tales accidentes se repiten con gran frecuencia (ver tabla).

Durante las prospecciones petrolíferas, las perforaciones, el transporte y el almacenamiento de petróleo y sus derivados, resulta habitual que se presenten fugas y derrames originados por negligencias o accidentes. Según el tamaño de la fuga, se ordena una investigación a la empresa responsable y se pide una compensación económica, según el principio “el que contamina paga”. El mencionando suceso del 22 de diciembre, fue el último vertido de un listado de ocho investigaciones abiertas en los últimos cuatro años por casos de contaminación marina por hidrocarburos y derivados en Tarragona. Cuatro de ellas tienen abiertas diligencias previas pero sin embargo, según la Fiscalía de Medio Ambiente de Tarragona, el proceso de resolución se está viendo obstaculizado por el colapso de los juzgados y por los recursos y alegaciones que presentan las empresas implicadas.

La ironía es que Repsol, a pesar de que los hechos demuestran el pésimo estado de sus instalaciones petroquímicas en la zona, así como la ausencia de una cultura de seguridad efectiva por parte de la empresa, ha vinculado la reciente sucesión de accidentes a la casualidad. De hecho, en varias ocasiones su repuesta ha sido “Cumplimos con todas las medidas y los compromisos de inversión en seguridad”.

Concentración petroquímica

La zona de Tarragona concentra una de las mayores densidades de industria petroquímica del sur de Europa, hecho que resulta en una sobrecarga de contaminación petrolífera en su litoral. Tal contaminación es culpable de una gran parte de la degradación medioambiental y representa una gran amenaza para los ecosistemas marinos, la salud y la socioeconomía humana relacionada con el sector del mar. Aun así, seguimos contaminando.

En las instalaciones de perforación submarina, el petróleo recorre largas distancias desde el punto de extracción hasta el pantalán donde cargan los barcos, con una mayor probabilidad de que ocurran errores. En el caso de Tarragona el complejo de Repsol se divide en tres partes. El centro del conjunto es la plataforma Casablanca, situada a unos 50 km de Tarragona y construida a una profundidad de 161 m. La plataforma esta conectada con oleoductos a 4 pozos para extraer petróleo y a un pantalán, a solo 3 km de la costa donde se concentra el 70% de tráfico marítimo, según Repsol. No es sorprendente, pues, que se produzcan repetidos accidentes por causa de infraestructuras en mal estado de mantenimiento o de fallos técnicos, además de la irresponsabilidad de la empresa.

Problemas del petróleo en el mar

Científicos de la Universidad Politécnica de Catalunya (Redondo y Platonov, 2008) han demostrado que pequeños, pero continuos y repetidos, derrames durante el transporte y las operaciones de prospección y perforación petrolífera, provocan daños equivalentes a los grandes vertidos.

La magnitud y el tipo del impacto adverso que tendrá un vertido dependen de la cantidad de petróleo, su composición y el tipo de ecosistema o paisaje afectado por el vertido. El petróleo crudo puede variar bastante según el lugar de extracción. Sin embargo todos los crudos están compuestos de hidrocarburos y pequeñas cantidades de azufre, nitrógeno y metales pesados. Los hidrocarburos más ligeros y tóxicos (hidrocarburos aromáticos policíclicos, algunos de ellos cancerígenos y mutagénicos) una vez en el mar se evaporarán más rápido, dejando atrás los más pesados y menos tóxicos. Mientras una parte de compuestos tóxicos se evapora, otra se disuelve en el mar y se acumula en los organismos marinos, resultando en su contaminación o intoxicación. Por esta razón los crudos con gran contenido de hidrocarburos ligeros se consideran más tóxicos.

En la medida que los compuestos volátiles se evaporan, la densidad y viscosidad del petróleo en el agua aumenta y decrece su solubilidad, así como su nivel de toxicidad. El petróleo en la superficie se empezará a fragmentar gradualmente por el efecto de oleaje y llegará a la costa como bolas de alquitrán o se desplazará por la superficie del agua. Lo que se deposita en el fondo marino, se mezcla con la arena de modo que se ven afectados los organismos bentónicos que sirven de alimento al resto de la cadena trófica, hasta llegar a los humanos. Los moluscos y los crustáceos, como mejillones, almejas, langostas y cangrejos, son algunos de los organismos más afectados.

El petróleo vertido en el mar se va extendiendo en una superficie cada vez mayor hasta formar una capa muy extensa. La formación de mareas negras supone un gran problema para todas las especies, ya que causa mortalidad directa debido a la sofocación, asfixia y envenenamiento por contacto directo. Los vertidos de petróleo crudo son más prejudiciales cuando se producen en zonas próximas a la costa que en el mar abierto. Es decir, en aguas de poca profundidad como bahías y rías, cerca de marismas litorales (lugares de cría y migración de aves) donde el petróleo puede alcanzar una mayor concentración y su disolución está limitada, el impacto ecológico será mucho más grave.

Las medidas que aplican las compañías responsables junto con la autoridad marítima suelen ser: limitar la difusión del petróleo con barreras y recoger del petróleo del mar; usar dispersantes para desplazar el petróleo de la superficie (aunque las emulsiones producidas pueden ser más tóxicas que el petróleo mismo); usar micro-organismos que se alimentan de petróleo para facilitar su biodegradación, etc. En todo caso, el mejor plan de contingencia hoy en día es no tener un derrame. En el caso de Tarragona, las medidas se basan en esconder el problema: se intenta fragmentar la mancha favoreciendo la disolución de los compuestos más volátiles y tóxicos del petróleo en la columna de agua, tal como ha denunciado la cofradía de pescadores de Tarragona en repetidas ocasiones.

Resulta muy preocupante que coincidiendo con la serie de accidentes recientes en Tarragona, diferentes compañías petroleras hayan recibido autorización del Gobierno para prospectar cinco nuevos puntos en la costa del País Valencià (ver cuadro). Es de una gravísima irresponsabilidad por parte del Gobierno dar estos permisos. El resultado será crear aún más contaminación en un sistema vulnerable como el Mediterráneo y perpetuar un modelo de energía insostenible.

10 años de continuos derrames en la costa de Tarragona

Fecha Causa u origen Cantidad vertida
27-7-2001 Barco Tromso Trust de Repsol 4 toneladas de crudo
11-3- 2002 Fallo en un pozo de Repsol en Costa Dorada 4.000 l de petróleo, mancha de 7 km2
12-2-2004 Plataforma Casablanca Mancha de crudo de 2 km
8-10-2004 Instalaciones de Repsol Vertido de sulfato de amonio en río Francolí, mató miles de peces
31-8-2006 Fuga en una tubería de fuel líquido Entre 5.000 y 20.000 l
5-1-2007 Barco Sks Tana 30.000 l
23-10-2007 Petrolero Majestic en puerto de Tarragona 1.500 l de crudo, llegó a playa La Pineda
6-2-2008 Derrame en el río Francolí 190 t de líquidos tóxicos
9-9-2008 Hundimiento de la gabarra dentro del puerto de Tarragona 200 t. de fuel y gasoil
15-5-2009 Plataforma Pride North America (subcontratada por Repsol) 118.000 l de crudo y 18.000 l de parafina
23-6-2009 Plataforma Pride North America 40 km2
13-2-2010 Desconocida. Detectado en la desembocadura del río Francolí
27-7-2010 Plataforma Pride North America Desconocida
10-10-2010 Refinería Asesa dentro del puerto de Tarragona Desconocida
22-12-2010 Fallo humano en Plataforma Casablanca 120.000-160.000 l
9-1-2011 Fuga en el pantalán de Repsol Más de 15.000 l
12-1-2011 Choque entre remolcador y barcaza 7.000 l de gasoil
Cinco nuevos puntos en Valencia
El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, mediante Real Decreto, ha otorgado a la sociedad Capricorn Spain Limited y a MEDOIL plc, los permisos para la exploración del lecho marino frente a las costas de la provincia de Valencia, en cinco sectores diferentes, en búsqueda de hidrocarburos. Este tipo de prospecciones (sísmicas, magnéticas, gravimétricas, de sondeos y geológicas) pueden generar una serie de impactos sobre el medio marino, las poblaciones de cetáceos y los recursos pesqueros. En caso de encontrar hidrocarburos, su explotación producirá un incremento de la contaminación por vertidos incontrolados, que ligado al impacto visual de las instalaciones puede tener un efecto negativo respecto a la conservación de los recursos naturales y al sector turístico.
Oposición en la Costa del Sol
Librada Moreno, Ecologistas en Acción de Mijas
Pocas iniciativas han hecho coincidir a la Administración andaluza y a Ecologistas en Acción. La Consejería de Medio Ambiente y nuestra organización han presentado alegaciones contra las prospecciones Siroco, de Repsol. Esta petrolera quiere iniciar sondeos exploratorios con la instalación de una plataforma semisumergible a 10 km de la costa de Mijas. Para Ecologistas en Acción “la prospección tendrá consecuencias negativas para el turismo, la pesca y sobre todo para el medioambiente. Las medidas previstas, además, son insuficientes en caso de producirse una emergencia”.