Este sábado 26 de mayo, Ecologistas en Acción de Cantabria, Arca y Red Montañas hemos realizado una marcha protesta a Castro Valnera, a la que han asistido 70 personas. El motivo de la marcha es oponernos al proyecto de instalar un teleférico entre La Estribera (Vega de Pas) y el Alto Los Dojos, en el macizo del Castro Valnera, ya que compromete muy gravemente la Red Natura 2000 en Cantabria y Burgos por afectar a dos Lugares de Importancia Comunitaria (LIC).

Una vez alcanzada la cumbre de Castro Valnera se ha leído el siguiente MANIFIESTO:

“Se acaban de cumplir 20 años de la aprobación de la directiva Hábitat de la UE, y se constata con este proyecto el continuado incumplimiento de dicha Directiva por parte de las Comunidades Autónomas, permitiendo un deterioro galopante de la Red Natura 2000. La Directiva Hábitat junto con la Directiva de Aves, es el principal pilar para la conservación e la naturaleza en la Unión Europea, ya que establece las bases comunitarias para la conservación de los hábitats naturales y de la flora y fauna silvestres.
Para la creación de esta Red, la Directiva establece una serie de plazos que las administraciones españolas han venido incumpliendo sistemáticamente. Si se hubieran cumplido estos plazos, actualmente contaríamos con más de 1.400 Zonas de Especial Conservación (ZEC). Sin embargo, se han declarado menos de una 20% de las mismas. Este dato demuestra la desidia de las comunidades Autónomas en todo lo referente a la aplicación de la Directiva Hábitat.

Pero no sólo se han incumplido los plazos de la creación de la Red Natura 2000, sino que además, las administraciones españolas han infringido la Directiva permitiendo que estas zonas de alto valor ecológico estén siendo gravemente deterioradas. Este proyecto de Teleférico es un buen ejemplo ya que queda dentro de dos LICs: el LIC de la Montaña Oriental de Cantabria y el LIC Montes de Valnera en Burgos. Teniendo en cuenta que ambos LICs forman parte de la Red Natura 2000 las actuaciones hacia cualquier actuación que no sea de demostrado interés público (como es el caso) son muy estrictas por parte de la Unión Europea.

Además del teleférico, las actuaciones contemplan dos aparcamientos para 300 y 200 vehículos, un restaurante y una tienda de souvenirs en el collado del Valnera con servicios de alquiler de bicis de montaña, rutas a caballo y una instalación para hacer parapente hasta el valle del Pas. Actuaciones totalmente incompatibles con una adecuada protección de esta zona.
La inversión del proyecto, estimada en unos 12 M €, a cubrir por capital privado, resulta de una más que dudosa viabilidad por cuanto que buena parte de las infraestructuras previstas habrían de acometerse desde la parte burgalesa y porque, teniendo en cuenta la nubosidad habitual y las frecuentes nieblas estivales en esta zona, sería muy corto el periodo del año en que podría estar en funcionamiento.
Se trata por tanto de un proyecto absurdo, económicamente inviable y de muy difícil justificación ambiental. En resumidas cuentas, un monumental fiasco para consumo interno, porque el Gobierno confunde deliberadamente los sueños con la realidad: unos beneficios anuales de 3 M € y la creación de 17 empleos directos y 105 indirectos generados por la actuación en si misma, con el añadido de 730 plazas hoteleras de turismo rural, se correspondería más con una actividad asentada durante décadas en un territorio.

La Comunidad de Cantabria da a entender con este tipo de actuación que desconoce la propia Red Natura 2000 que gestiona. Resulta especialmente alarmante que sea la Administración regional, la que se erija en promotora de actuaciones que tienen mal encaje en los usos sostenibles que deban darse a este territorio, cuyos valores naturales se verían gravemente afectados con la ejecución de los aparcamientos, la estación base y los apoyos del tendido para el teleférico.
Dado que la actuación afecta a un área limítrofe, los trámites ambientales tienen que seguirse en las dos CCAA (Cantabria y Castilla y León), además de que el Ministerio de Medio Ambiente también tendría que emitir informes favorables.

Las organizaciones convocantes hacemos un llamamiento a las Administraciones regionales para que no continúen vulnerando la normativa comunitaria y española, evitando de esta forma que una posible multa europea socave las ya maltrechas arcas públicas. Más bien, reclamamos poner en marcha, con recurso económicos, técnicos y humanos el seguimiento de la Red Natura 2000, porque está demostrado que conservar la naturaleza reporta muchos más beneficios que costes.”