El sábado 24 de Noviembre amigas/os y miembros de la asociación ecologista se desplazaron hasta el embalse de Rosarito, en el límite de las provincias de Toledo, Cáceres y Ávila, para disfrutar de todo un día de actividades alrededor del mismo. Durante toda la mañana los/as voluntarios/as recogieron más de 10 bolsas grandes de basura acumulada en los alrededores del embalse. Se encontraron latas, botellas de vidrio, plásticos de diversos tipos, telas y hasta neumáticos provenientes tanto del arrastre de un río Tiétar con una sola depuradora en funcionamiento en su tramo alto como de pescadores/as y paseantes poco concienciados/as. El camping del Rosarito colaboró en esta tarea facilitando materiales de limpieza e informó de que desde sus instalaciones también se realizaban dos limpiezas al año.

Antes de comer se realizaron grullas de papiroflexia y se habló de la bella leyenda de las 1000 grullas de papel en recuerdo a los peligros de la energía nuclear (Hiroshima y más recientemente, Fukushima) teniendo presente en todo momento la corta distancia a la central nuclear de Almaraz. Tras una comida distendida donde los/as participantes fueron “anilladas/os” como dinámica de aprendizaje del código de colores de las anillas identificativas de estas aves, se pudieron avistar varios individuos en sus comederos habituales de bellota en las dehesas cercanas al embalse. No sólo la vista, sino también el oído, se pudo deleitar con estas espléndidas aves que recorren miles de kilómetros colaborando y animándose entre ellas para llegar desde las gélidas tierras nórdicas hasta Extremadura y otros destinos del sur.

Con la puesta de sol, se pudo disfrutar de una espectacular entrada al embalse de las bandadas en formación de “V”. Entre grupo y grupo de grullas, algunos de decenas y otros incluso de más de cien individuos, se contaron curiosidades de la alimentación, vuelo y vida del “ave de la paz”. La jornada finalizó con la promesa de repetir el año siguiente y un simbólico cuento de la grulla y el telar.