Si se puede sacar alguna lectura positiva de la crisis que nos azota, sin duda sería la de aprender de los errores cometidos. Los políticos que nos gobiernan repiten hasta la saciedad que no se puede gastar cinco si solo se tienen tres y que los gestores públicos tienen que dar ejemplo.

Desde Ecologistas en Acción llevamos décadas advirtiendo del enorme derroche que supone el gasto en alumbrado navideño, de su impacto ambiental y de la incongruencia que supone que el propio Ayuntamiento de Jerez no respete sus propias ordenanzas al utilizar árboles y palmeras como soporte y lugar de amarre del alumbrado. El año pasado, según nos dijeron, se redujo este gasto, medida a todas luces lógica si tenemos en cuenta la situación de las arcas municipales y las penurias que sufre una parte considerable de las familias jerezanas.

Este año, según dicen, incompresiblemente, el gasto municipal aumentará en cerca de 50.000 euros. Estamos a favor de la democracia participativa, pero llama poderosamente la atención que cuando al gobierno municipal le interesa recurre a la necesidad de «buscar un consenso unánime», caso del carril-bici, y cuando quiere contentar a algún sector o simplemente quiere lucirse no cuente con la opinión de la sociedad jerezana. Para gastar 50.000 euros en lucecitas, también deberían contar con «un consenso unánime».

Son muchas las necesidades que se podrían cubrir con esa cantidad o, siguiendo lo que ellos predican, se podría haber reducido esta cantidad del abultado déficit municipal. Por otro lado sorprende que mientras en sectores como la educación y la salud el Partido Popular fomenta lo privado a la hora de gastar en dinero público, para beneficiar a un sector determinado no apueste porque sea este el que financie de forma privada este gasto.