En relación con el estudio informativo para el desarrollo de la red AVE en el tramo Pola de Lena-Oviedo y su correspondiente Estudio de Impacto Ambiental, Ecoloxistes n'Aición d'Asturies hemos presentado una serie de alegaciones referidas a los impactos ambientales, sociales y económicos de dicha infraestructura.

  • Las alteraciones ambientales más significativas afectarán a las aguas subterráneas y superficiales ya que a la complejidad de atravesar diferentes acuíferos se le une el hecho de que el trazado pasará por zonas de antiguas labores mineras que provocaron un aumento de la permeabilidad y esto supondrá que a los túneles accederá un mayor caudal de agua, la cual, además, estará contaminada por mercurio y arsénico procedentes de las rocas mineralizadas y de los residuos mineros.
  • Por otra parte, a la altura de La Manjoya, una de las alternativas propuestas necesita de un encauzamiento del río Gafo, lo que implica el incumplimiento de la Directiva Marco del Agua y del Plan Hidrológico del Cantábrico Occidental ya que supone empeorar morfológicamente esta masa de agua.
  • También existen riesgos geológicos de hundimiento del terreno porque el trazado atraviesa el macizo de protección de las antiguas explotaciones mineras así como riesgos para las personas que trabajen en la obra por las posibles emanaciones de vapores de mercurio y de grisú.
  • Así mismo pueden existir afecciones a la fauna (oso y urogallo) y al patrimonio geológico (yacimiento de ámbar del Caleyu, catalogado como Lugar de Interés Geológico).
  • También es importante resaltar el alto consumo energético del AVE al hay que añadir el hecho de que en la actualidad dicha energía procede mayoritariamente de fuentes no renovables, lo que supone un efecto negativo en la lucha contra el cambio climático.
  • Desde el punto de vista socioeconómico insistimos en lo desproporcionado de invertir más de mil millones de euros para ganar de 5 a 9 minutos de tiempo en el trayecto Pola de Lena – Oviedo, inversión que solo favorece a los sectores más acomodados de la población, nunca va a ser rentable y supondrá un aumento del déficit público que será reducido mediante recortes en educación, sanidad y ayudas para la población más necesitada.

Por todo ello, reclamamos que se sustituya este modo de transporte tan dañino por otro más sostenible como es el tren convencional y que se lleve a cabo una planificación del territorio que contribuya a reducir la movilidad.


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