Parece una inocentada pero no lo es. El resultado de la reunión entre el Consejero de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente y la Ministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente no puede arrojar balance más negativo desde el punto de vista medioambiental.

El Gobierno de Castilla-La Mancha, lejos de apostar por política activas de medio ambiente, prefiere ponerse del lado de la ilegalidad y en manos de los lobbies anti-ambientales que intentan menoscabar la legislación de protección de la naturaleza y poner en riesgo los parques nacionales.

Así cabe valorar la peticiones lanzadas desde la Consejería de solicitar la legalización de pozos en el Alto Guadiana y de instar la modificación de la ley de patrimonio natural y biodiversidad para que se descatalogue la trucha arco iris como especie exótica invasora.

Hacer estas peticiones a la vez que se reclama la gestión de los parques nacionales no sólo es un contrasentido, sino una broma de mal gusto que pone claramente en entredicho la coherencia de la política medioambiental de la Consejería.

No es creíble que quien defiende legalizar el principal problema que sigue acosando al parque nacional de las Tablas de Daimiel, cual es el de los pozos ilegales, o quien quiere que nuestros ríos sigan albergando una dañina especie invasora, vaya a gestionar con buen criterio los espacios naturales con mayor rango de protección en nuestra región como son Cabañeros y Tablas de Daimiel.

Ecologistas en Acción exige a la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente una rectificación inmediata y que se ponga del lado de la legalidad en las Tablas de Daimiel y del cumplimiento de la sentencia del Tribunal Supremo que declara exótica invasora la trucha arco-iris.