Ante el anuncio de la CHE del retranqueo de tres mazones en el Ebro en Alfaro para evitar inundaciones, aparecido en la prensa el 24 de febrero, desde Ecologistas en Acción de La Rioja queremos felicitarnos porque después de 40 años luchando por defender los sotos, se reconozca por fin que canalizar el río Ebro, eliminado la vegetación de ribera, no es en absoluto la forma de evitar los daños que las riadas e inundaciones han ocasionado, un año si y otro también.

En los años 60 del siglo pasado, comenzaron a construirse las obras de “defensa” en el río Ebro, con un planteamiento totalmente alejado del respeto a la naturaleza. Han sido innumerables las obras ejecutadas para colocar y reparar mazones, escolleras, muros, etc., sin que estas actuaciones hayan logrado evitar los daños. Se suele decir que más tarde o más temprano, el río viene con las “escrituras” y no hay nada que hacer para que no ocupe los terrenos que le pertenecen.

Desde que se creó, recién iniciados los años ochenta del siglo pasado, la Asociación Ecologista de la Rioja (ERA), actualmente Ecologistas en Acción, siempre ha tenido como uno de sus objetivos más destacados, la protección de los sotos.

Leyendo el contenido y las propuestas que se ponían de manifiesto en publicaciones y folletos editados, desde entonces, sobre este tema, se puede comprobar que después de 40 años, la CHE por fin nos hace caso y le da al río cierto espacio en su llanura de inundación. Terrenos para que se recuperen los sotos y para evitar, o al menos disminuir, los efectos de las riadas.

Lo que nos parece totalmente reprobable es que le haya costado 40 años dar un giro de 180º a su política de gestión de las riadas. Solo hay que pensar en la vegetación de ribera y sotos que se han perdido en estos años,y en las alteraciones de la dinámica fluvial que influyendirectamente en la biodiversidad de las riberas.

Y esto sin hablar del tema económico. Es imposible calcular los millones y millones que se han invertido inútilmente en proteger unos cultivos que si se pusieran en el mercado a un precio que cubriese todos los gastos tendrían un precio prohibitivo.
Y ahora, en definitiva y por desgracia,se cumple aquello que planteo Churchill en una de sus famosas frases: “De derrota en derrota, hasta la victoria final”