Durante la primavera de 2018, se desarrollarán exposiciones y charlas en diversas localidades andaluzas, reclamando a la Junta de Andalucía planes de calidad del aire.

Ante el reiterado incumplimiento del valor objetivo para la protección de la salud en siete zonas de Andalucía occidental, entre las cuarenta zonas en España donde durante los últimos tres años se ha superado el límite legal de ozono troposférico, Ecologistas en Acción ha iniciado una campaña de información a la población sobre este contaminante, que durante la primavera de 2018 recorrerá diversos centros sociales en una veintena de localidades.

En primavera y verano, el viento traslada la contaminación del área industrial de Huelva hacia Sevilla y Córdoba, donde se combina con la emitida por el denso tráfico de ambas ciudades y algunas fábricas, activando en las horas centrales del día la formación de ozono troposférico, que por la tarde remonta el valle del Guadalquivir, llegando hasta la ciudad de Jaén y la vertiente meridional de Sierra Morena, a más de 200 kilómetros de distancia del litoral.

Andalucía occidental es así uno de los territorios del Estado español más afectados por la contaminación por ozono troposférico. Durante el año 2017, se ha rebasado el objetivo legal para la protección de la salud en las aglomeraciones de Córdoba y Sevilla, la ciudad de Jaén, las zonas industriales de Bailén, Huelva y Puente Nuevo y buena parte de las zonas rurales, afectando a la salud de cerca de 4 millones de personas, cuatro de cada cinco habitantes.

Si atendemos a las recomendaciones de la OMS, la mala calidad del aire es generalizada en todo el Valle del Guadalquivir, Huelva y la Bahía de Cádiz.

El objetivo de la campaña es divulgar las causas y las consecuencias de este grave problema ambiental, y reducir la exposición a la contaminación especialmente de los grupos más sensibles: niños y niñas, personas mayores, mujeres embarazadas, deportistas y personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares; evitando realizar esfuerzos al aire libre en las horas centrales del día y la caída de la tarde, cuando los niveles de ozono son más elevados.

La exposición, que arranca esta semana en el Centro Cívico “Lepanto” de Córdoba y en el Aula de la Naturaleza “Parque Moret” de Huelva, con sendas charlas informativas este miércoles y jueves a las 19:30 y 18:00 horas, respectivamente, visitará durante las próximas semanas diversos centros educativos y sociales de las provincias de Cádiz, Córdoba, Huelva, Jaén y Sevilla hasta la finalización de la campaña el 30 de junio.

Asimismo, el martes 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, tendrá lugar una jornada de sensibilización en Sevilla, con participación de expertos y responsables políticos. También se identificarán y difundirán los episodios de contaminación más elevados, para advertir a la población de que se proteja.

Simultáneamente a las actuaciones informativas, Ecologistas en Acción insistirá a la Junta de Andalucía para que redacte ya los preceptivos planes de mejora de la calidad del aire en las zonas afectadas por los incumplimientos legales, que diagnostiquen las causas del problema y actúen sobre las fuentes contaminantes para reducir la polución causada por el ozono y preservar la salud pública y los cultivos y espacios naturales de las zonas más afectadas.

La contaminación por ozono troposférico u “ozono malo” (por contraposición al de la capa de ozono de la estratosfera) causó en el año 2014 más de 14.000 muertes prematuras en Europa, 1.600 de ellas en España, las mismas que los accidentes de tráfico. Dos terceras partes de los cultivos y buena parte de nuestros bosques y espacios naturales soportan niveles de ozono que dañan la vegetación. España es uno de los países europeos más afectados por este contaminante, especialmente en el centro y sur, incluyendo Andalucía.

El ozono troposférico, que no sale de los tubos de escape, ni de las chimeneas, afecta más a las zonas periurbanas que al centro de las ciudades, especialmente en las tardes soleadas de la primavera y el verano, cuando las elevadas temperaturas activan su formación y acumulación en niveles peligrosos para la salud, por la reacción química entre el dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos emitidos por los automóviles y algunas industrias.

Por inhalación, provoca irritación de los ojos y vías respiratorias superiores, un incremento del riesgo de enfermedades respiratorias agudas y reducción de la función pulmonar, así como el agravamiento de patologías cardiovasculares. Además de para las personas, es también tóxico para la vegetación, dañando los bosques y reduciendo la productividad de los cultivos.