Ecologistas en Acción lleva tiempo denunciando, además de su insostenibilidad en todos los sentidos, la posible manipulación política que puede estar detrás del proyecto del Aeropuerto de Antequera, ya que la administración está dando un descarado apoyo a uno de los proyectos especulativos privados más faraónicos e innecesarios que existen ahora mismo en Andalucía

Una prueba de este apoyo institucional es la reciente Declaración de Interés General del Estado por parte de Fomento, hace poco admitida a trámite y ya hoy con una Declaración favorable. Esta declaración ha sido acelerada sobremanera, comparada con los plazos de otros proyectos similares. De este modo, en este proyecto se está improvisando y tomando determinaciones de manera irresponsable, y firmando documentos como este con precipitación.

La causa de esta aceleración del proceso posiblemente se deba al interés de contentar intereses políticos por un lado, ante la cercanía de las elecciones, y especulativos por otro, para motivar a los promotores, que siguen sin mostrar el interés esperado por la zona.

Ecologistas en Acción, a pesar de lo esperado de la noticia y de estar tristemente acostumbrada a este tipo de “decisiones”, muestra su estupor por la frivolidad con la que se continúan sacando adelante asuntos de tamaña envergadura.

En todo caso, la firma de tal Declaración, sin querer menospreciar con ello su repercusión en todo el procedimiento, sólo es la primera piedra administrativa que se pone en dicho proyecto, ya que queda un largo y necesario procedimiento administrativo empezando por la Evaluación Estratégica, el Plan Director, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) -a la espera de remitir información los promotores para comenzar a elaborarlo, las posteriores consultas, las alegaciones…etc.-, y terminando por la aprobación del proyecto, entre otros. Sólo entonces se podrá conceder la licencia de obras.

Por tal motivo, a día de hoy, bajo ningún concepto se pueden llevar a cabo obras en la zona, por lo que Ecologistas en Acción no comprende que interés puede llevar a la Ministra a asegurar en recientes declaraciones que la empresa privada podía comenzar las obras, cometiendo con ello una imprudencia más, a la vez que engañando con ello a la población y pudiendo también crear conflictos en la zona.

En pleno siglo XXI, para la construcción y calificación de los Aeropuertos Civiles actuales, aun sigue resultando determinante, y esto es lo curioso, un obsoleto Real Decreto de veintisiete años de antigüedad –1981-, cuando los motivos que había detrás de la construcción de un aeropuerto eran muy diferentes de los actuales, más ligados a la especulación urbanística. Se trata de un paupérrimo Real Decreto de tan sólo 3 hojas y 6 artículos, basándose la Declaración de Interés General en el primer artículo cuyos cuatro puntos casi todos son de menos de un renglón. Es preocupante que de tales pírricas definiciones, fácilmente interpretables de manera arbitraria, pueda depender una Declaración con tan irónica noble denominación, pero que justamente defiende lo contrario. Hoy día no se debe consentir que un decreto de este tipo siga vigente, pues lejos de actuar como un eficaz filtro de impurezas urbanísticas, sólo está sirviendo de gran coladero para pelotazos urbanísticos que llevan asociados aeropuertos como tapadera, tal es el caso, sirva como ejemplo, éste de Antequera, donde se beneficia lo privado y se castiga lo público.

Las enormes facilidades que está dando Fomento a este proyecto, contrastan con las de otro de las mismas características especulativas: Air Park Las Vegas, que fue rechazado en 2005 en la misma zona. Además, las mismas cuestiones técnicas que motivaron su rechazo siguen estando ahí.

El único aeropuerto en Andalucía que no cuesta dinero a la administración es el de Málaga, y para ello estamos hablando de más de trece millones de pasajeros al año. Esto no quiere decir que los otros aeropuertos cercanos a Antequera tengan cifras insignificantes, pues Sevilla casi las ha duplicado en tres años con 4.500.000 y Granada las ha triplicado estando en 1.500.000 pasajeros, y aún así no son rentables. Fomento y su ministra sabe esto, sin embargo pretende hacer creer aprovechándose de la credulidad ciudadana, y haciendo casi de delegada comercial de la empresa constructora, que un aeropuerto que estaría preparado como máximo para recibir 1.200.000 pasajeros, y que ya sería un «éxito» que en los primeros años alcanzara la cifra de 500.000, es la inversión y la oportunidad del siglo para Antequera.

Además, Antequera no necesita este tipo de transporte que apenas utiliza un 5% de la población, ya que puede disponer de él en media hora, una hora u hora y media.

Nadie mejor que Fomento para conocer que el Aeropuerto de Antequera por sus características nunca podrá ser rentable, y también que los 100 millones que supuestamente se invertirían en él ningún promotor los va a tirar a la basura. Fomento sabe que en las zonas residenciales (3000 viviendas en un principio) y en los suelos industriales de los 9.000.000 de km2 restantes del gigantesco proyecto, estaría en realidad el negocio que buscan los promotores. Y ahí está lo grave y lo que ensombrece aun más a esta administración, no ya por la firma de esta Declaración, y el beneficiar sólo a las manos privadas, sino también por la actitud de su ministra que, con su apoyo, está promoviendo otra nueva ciudad de casi 11.000.000 de m2 al lado de la actual, con todo lo que ello supone: impacto medioambiental, paisajístico, agrícola, cultural, sobre recursos hídricos, calidad de vida, etc. Sin duda alguna una singular manera de mirar por el Interés General y luchar contra el cambio climático.