Ecologistas en Acción invita a las administraciones públicas a aplicar criterios eficaces y reales de prevención de la contaminación lumínica y abandonar la aplicación de medidas estéticas y publicitarias de escaso resultado.

El 20 de abril se cumplieron dos años desde la aprobación en la Conferencia Starlight de la Declaración Internacional en defensa de la calidad de los cielos nocturnos y el derecho general a la observación de la estrellas como patrimonio cultural, científico y medioambiental de la humanidad. Patrimonio en peligro de valor incalculable para la ciencia, la educación, la cultura, el medio ambiente, el turismo, y evidentemente, como factor calidad de vida, así como generador de beneficios directos e indirectos, tecnológicos, económicos o culturales, asociados a la observación del firmamento.

Según consta en la Declaración el derecho a un medio nocturno no contaminado que permita disfrutar de la contemplación del firmamento es un derecho inalienable de la Humanidad, equiparable al resto de los derechos ambientales, sociales y culturales.

Coincidiendo con esta fecha, Ecologistas en Acción quiere recordar el grave problema de contaminación lumínica en la Península Ibérica e invita a las administraciones públicas para que tomen en consideración la problemática de la contaminación lumínica e impulsen medidas eficaces y reales de prevención de la misma, en base a los estudios científicos y las normativas europeas más avanzadas en este ámbito.

Los informes científicos destacan claramente la necesidad inmediata de que las administraciones públicas asuman su responsabilidad frente al grave problema de la contaminación lumínica de forma real y sincera, ya que no basta con medidas estéticas y publicitarias, pero de poco calado que, al final, no hacen sino posponer en el tiempo la adopción de soluciones.