Una experiencia de ahorro de agua en viviendas.

Elisenda Fores, Ecologistes en Acció de Catalunya. Revista El Ecologista nº 50.

Ecologistes en Acció de Catalunya ha desarrollado durante más de dos años una experiencia de ahorro de agua en más de 4.000 viviendas de tres municipios catalanes. Como resultado se concluye que el uso de los dispositivos de ahorro utilizados permite ahorros significativos entre el 4 y el 19% del consumo doméstico de agua.

La campaña Catalunya Estalvia Aigua fue una propuesta de Ecologistes en Acció de Catalunya frente al trasvase del agua del Ebro. Surgió con el objetivo de demostrar que hay soluciones imaginativas, participativas, sencillas y efectivas para disminuir las demandas domésticas de agua más allá del transporte de agua entre cuencas. La campaña se desarrolló desde marzo de 2002 y julio de 2004, en forma de prueba piloto, con el apoyo de l'Agencia Catalana de l'Agua (en lo sucesivo, ACA) de la Generalitat de Catalunya, en tres municipios de Catalunya: Torredembarra, Santa Perpètua de Mogoda y Barcelona

En las cuencas internas, destinatarias en Catalunya del nonato trasvase del Ebro, el sector que más agua consume es el urbano, un 44%, seguido del industrial y agrícola en una proporción del 35% y 21%, respectivamente. Es decir, el consumo de agua en el área metropolitana y litoral es básicamente urbano. El área metropolitana concentra buena parte de este consumo el cual se reparte, mayoritariamente, en el sector doméstico, el comercial, y los servicios municipales. El consumo doméstico de la Región Metropolitana de Barcelona supone alrededor del 67% del consumo total, que se sitúa en 519 hm3 anuales (datos de ACA). Por tanto, se fijó como objetivo conseguir un ahorro en el sector doméstico, ya que su importancia relativa era grande y, a la vez, permitiría a la ciudadanía participar en el esfuerzo colectivo de evitar el trasvase.

La campaña se desarrolló en diferentes barrios de tres municipios: Torredembarra (litoral-turístico), Barcelona (gran ciudad con urbanismo vertical) y Santa Perpètua de Mogoda (municipio de la segunda corona metropolitana, con importantes áreas de edificación horizontal). En cada uno de ellos se desarrollaron diversas acciones destinadas a concienciar a la administración, sector comercial y ciudadanía (talleres escolares, exposiciones, jornadas, etc.).

Se distribuyeron mecanismos de ahorro, puerta a puerta, en más de 4.224 casas (reductores de caudal para la ducha, aireadores para grifos, contrapesos para la cisterna del inodoro). El consumo de estas casas se controló durante un año y se comparó con el de casas sin este tipo de dispositivos, introduciendo un factor de corrección climático comparando el consumo actual con el del año anterior. En las casas se realizó una encuesta para poner de manifiesto el conocimiento del ciclo del agua y los hábitos de consumo. Un total de 11.962 viviendas recibieron información sobre la campaña.

Las principales conclusiones del estudio son las que se enumeran a continuación.

Usos domésticos del agua

1. El consumo medido en cada uno de los barrios se corresponde con la tipología de sus edificaciones. Así, en los barrios donde predomina la edificación vertical el consumo medio está entre 112 y 130 m3/vivienda, mientras que donde domina la edificación horizontal se gastan entre 140-170 m3 de agua por vivienda.

2. Como era esperable, el consumo crece a medida que aumenta el número de personas que residen en la vivienda, entre cerca de los 80 m3/vivienda para una única persona hasta los cerca de 200 m3/vivienda en aquellas con más de seis personas. Pero, per cápita, el consumo es más elevado en aquellas viviendas donde hay una única persona. Éste es un resultado importante del estudio, puesto que confirma la hipótesis de un previsible incremento en el consumo según disminuya el número de personas por vivienda, siendo un factor importante a tener en cuenta en la planificación futura de la demanda de agua. Nuestro estudio muestra que hace falta que haya 4 personas en la vivienda para duplicar el consumo de aquellas ocupadas por una única persona.

3. Existe una clara relación entre el consumo de la vivienda y el número de lavabos o grifos en Barcelona, municipio con predominio de edificación vertical. Esta relación se difumina en Santa Perpetua de Mogoda y Torredembarra, municipios dónde esta tipología de edificación alterna con la horizontal.

4. Se constata algo que ya se había comprobado en otros estudios: que la presencia de jardín incrementa el consumo de agua de los hogares de los tres municipios en un 30%. En este sentido resulta importante promover la aplicación de medidas concretas de uso eficiente del agua en los jardines existentes, aparte de plantear restricciones al tipo de urbanismo horizontal que fomenta la profusión de jardines privados.

5. Se ha comprobado que el uso de algunos electrodomésticos influye en el consumo de la vivienda. Así, el número de veces a la semana que se usa la lavadora incrementa el consumo y fregar los platos a mano se traduce en un menor consumo que si se hace a máquina. Este resultado demuestra que hace falta continuar incidiendo en las campañas para usar los electrodomésticos de manera eficiente (llenarlos antes de ponerlos en marcha, adquirir los más eficientes que adecuan el gasto de agua al grado de llenado, etc.).

6. Un resultado sorprendente es que el uso de la bañera en lugar de la ducha se traduce en un menor consumo, hasta el punto de observarse un consumo un 30% mayor empleando la ducha en lugar de la bañera. Este es un resultado sobre el que es necesario prestar atención y un mayor análisis, puesto que una gran cantidad de campañas continúan dirigidas al cambio en este hábito. Haría falta, pues, estudiar el porqué del mismo: la frecuencia de uso de bañera y ducha, el caudal de las duchas, el tamaño de la bañera en las nuevas edificaciones o si las continuas campañas de concienciación han permitido que cuando se emplea la bañera se hace ya de forma más eficiente.

7. Las viviendas de los municipios estudiados pueden clasificarse en tres grupos de consumo: bajo (8 a 40-50 m3/trimestre), mediano (40-50 a 60-90 m3/trimestre) y alto (60-90 a 120-150 m3/trimestre), además de un cuarto en Torredembarra, los de segunda residencia (10 a 100 m3/trimestre, con valores bajos de media aunque altos en verano). Podemos caracterizar las viviendas de consumo alto, mediano, bajo y de segunda residencia de la siguiente manera:
- Los hogares típicos con consumo alto son de alquiler, a excepción de Torredembarra dónde serian de propiedad, con más de cuatro personas, más de 4 lavabos, donde se lava la ropa más de cinco veces por semana, se friegan los platos a máquina, se usa la ducha para la higiene personal y tienen un jardín.
- Los hogares con consumo bajo, por el contrario, son de propiedad o alquiler en Barcelona y Santa Perpetua, con predominio de las de alquiler en Torredembarra, con entre 1 y 3 personas, 1 lavabo, se lava la ropa 1-3 veces por semana, se friegan los platos a mano, se usa la bañera para la higiene personal y no disponen de jardín.
- Los hogares de segunda residencia suelen ser de propiedad, siempre hay más de una persona habitándolos, disponen de 3 lavabos, lavan la ropa 1 vez por semana (o bien más de 7 en los periodos de ocupación de la vivienda en fin de semana o en verano), friegan los platos a máquina y disponen de jardín.

Ahorro

El ahorro de agua varia desde el 4% del grupo de viviendas con consumo bajo de Santa Perpètua de Mogoda hasta el 8% del grupo de viviendas con consumo mediano en Barcelona. La media de ahorro está en un 7%. En Torredembarra el ahorro medio está en un 8%, en Barcelona en un 7% mientras que en Santa Perpètua de Mogoda está en un 5%. Si en lugar de considerar los municipios, consideramos los grupos de consumo, el menor ahorro se observa en el grupo de consumo bajos (5%), mientras el más elevado se observa en los consumos medianos (7%) y en Torredembarra en las segundas residencias (12%). Estos resultados demuestran que es posible obtener ahorros incluso donde el consumo de agua es inicialmente bajo. Aun así se observa que las segundas residencias ofrecen importantes posibilidades de ahorro puesto que son ocupadas, sobre todo, en aquellos meses del año en que el consumo de agua es más elevado.

También se han obtenido ahorros significativos considerando, por separado, las viviendas donde los dispositivos se instalaron de manera total o parcial. En general, los ahorros son significativamente superiores en las viviendas donde las instalaciones se realizaron en la totalidad de los puntos de suministro, aunque en las segundas residencias en Torredembarra el ahorro observado con instalaciones parciales llega al 19%.

Atendiendo, sin embargo, a la diversidad de instalaciones existentes en las dos tipologías se considera que el resultado de ahorro más representativo de la Campaña y aquel que se podría utilizar para ser extrapolado a otros municipios similares, es el que se ha obtenido con el tratamiento global de todos los datos, sin diferenciar si la instalación se hizo total o parcialmente. De todas maneras, se concluye que según el tipo de instalación que se realice y el consumo inicial de la vivienda se obtienen ahorros significativos entre el 4 y el 19%. Los máximos ahorros se observan en las segundas residencias y, sobre todo, en el grupo de consumo mediano de cada población, grupo que representa alrededor del 35% de las viviendas consideradas en el estudio de las poblaciones de Torredembarra y Santa Perpetua y hasta el 49% en Barcelona.