“Málaga con el Guadalmedina” es el lema de esta campaña que pretende informar a la ciudadanía sobre la riqueza medio ambiental y cultural del río y propone la recuperación del Guadalmedina para el disfrute de todos los malagueños.

La campaña consiste en la recogida de firmas on line y a través de varias mesas que se colocarán los sábados de marzo y abril en el Puente de Tetuán. A final de abril, se hará una gran acción lúdica y reivindicativa en los alrededores del río para hacer entrega de las firmas recogidas, lo que marcará el final de la campaña de información. Ecologistas en Acción Málaga está utilizando intensamente las redes sociales para dinamizar la participación de voluntarios y ciudadanos interesados en involucrarse en la iniciativa.

Para Ecologistas en Acción hasta el momento no se ha dado una solución factible que acabe con el estado de abandono del Guadalmedina a su paso por la ciudad. Se ha hablado en estos años de proyectos de embovedamiento de su cauce y desvío del río mediante conducción subterránea. Estos proyectos acarrean un derroche económico innecesario, además de plantear muchas dudas técnicas. Nadie asegura que el río no vuelva a su cauce tras una gran riada, inundando la zona embovedada, con lo que el desastre estaría garantizado. Por otra parte, desde un punto de vista histórico y cultural, eliminaría una de las señas de identidad de esta ciudad. Por ejemplo, sus puentes desaparecerían. ¿Qué se consigue teniendo una explanada desierta por encima de lo que fue el lecho del río?

En una ciudad saludable es de vital importancia la recuperación medioambiental de nuestro patrimonio natural. El río Guadalmedina forma parte del patrimonio de Málaga, es el río de la ciudad de Málaga, nuestro río. En un sentido histórico y sociológico no se puede entender esta ciudad sin su río. Málaga nació por su propia existencia: Los fenicios solían ubicar sus ciudades en las desembocaduras de los ríos, ya que ellos suponían una fuente de agua fresca y protección frente a posibles enemigos del interior. Durante siglos abasteció a los malagueños de agua potable, y su aporte de agua fue constante hasta el siglo XVI, donde se produce su transformación en río estacional y torrencial gracias a la deforestación que se realizó en su cauce. Actualmente aporta una media anual de 30 hm3 de agua (Martín-Vivaldi, 1991).

La obstinación en proyectos inviables y la falta de voluntad política, sensibilidad e imaginación han dejado que el cauce del Guadalmedina se convierta en un espacio con apenas uso ciudadano, presentando un estado de abandono y suciedad.

La vegetación natural del río Guadalmedina corresponde principalmente a un adelfar en el que dominan las adelfas (Nerium oleander) y las zarzas (Rubus ulmifolius). Si desaparece el adelfar la vegetación que se desarrolla es un juncal (Scirpus holoschoenus), junto a otras especies como el maztranto (Mentha suaveolens), otros juncos (Juncus acutiflorus) y otras herbáceas (Plantago major). Allí donde la humedad lo permite aparece también el sauce (Salix pedicellata) y la unciana (Dorycnium rectum). También aparecen especies como el fresno (Fraxinus angustifolia), el garapalo (Coriaria myrtifolia), el majuelo, majoleto o espino albar (Crataegus monogyna), el escaramujo o rosal silvestre (Rosa canina), el espárrago zarcero (Tamus communis), la vinca (Vinca difformis), la llave del año (Arum italicum), el carrizo (Saccharum ravennae), el taraje (Tamarix africana), la zarzaparrilla (Smilax aspera), el álamo blanco (Populus alba), el chopo (Populus nigra, P. canadensis), la higuera (Ficus carica), la hiedra (Hedera helix), los candilitos (Arisarum vulgare), las cañas (Arundo donax), etc.

Todas estas especies, o sus variedades ornamentales, pueden emplearse en la restauración del río Guadalmedina en su tramo urbano. Esto generaría un aumento del valor paisajístico y de uso del río en su paso por la ciudad, algo de lo que carece hoy en día.

Ante las soluciones basadas en el cemento y el hormigón, Ecologistas en Acción Málaga plantea la recuperación del río Guadalmedina para la ciudad de Málaga, devolverlo a su caudal natural y reforestar su cauce, con el objetivo de lograr un entorno saludable y conseguir espacio recreativo para los habitantes y visitantes de la ciudad.

EMBOVEDARLO NO ES LA SOLUCIÓN:

- Está en contra de la Directiva Marco Europea del Agua, que determina la recuperación de todos los cauces europeos.

- La parte embovedada no se podría dar uso: se convertiría en una gran alcantarilla para el necesario desalojo del agua del río y los arroyos.

- En caso de una gran riada es más peligroso que un cauce abierto.

- El tiempo de ejecución de las obras retrasaría su solución.

- Su coste es enorme, calculándose en unos 500-800 millones de euros. ¿De dónde se retraerá ese presupuesto? ¿No hay sitios más importantes donde invertir el dinero público.

VENTAJAS DEL PARQUE FLUVIAL:

- Necesita pocas obras: mejora de la accesibilidad, creación de pendientes, algún movimiento de tierra y labores de restablecimiento de la cubierta vegetal.

- Estaría terminado en menor tiempo que el embovedamiento.

- Es más seguro. El aumento de accesibilidad permitiría su rápida evacuación en caso de avenidas.

- Daría mayor belleza al entorno, revalorizando la zona.

- Sería la mayor zona verde de Málaga, convirtiéndose en la columna vertebral de la ciudad, donde poder pasear y disfrutar de un entorno agradable.

- Es mucho más barato que un embovedamiento.

Por todo lo anterior, Ecologistas en Acción apuesta por la creación de un “Parque Fluvial” en el tramo del Guadalmedina que discurre por la ciudad. Para ello proponemos la adopción de las siguientes medidas:

1.- Recuperación del Guadalmedina a su paso por la ciudad, dejando espacio para que el agua pueda correr por su tramo urbano. Desestimar cualquier proyecto que suponga el embovedamiento del río y/o su desvío mediante túneles.

2.- Compatibilizar el uso ciudadano del cauce con la evacuación de aguas para prevenir avenidas.

3.- Recuperación del cauce con arbolado apropiado y vegetación de ribera que permita su utilización como espacio verde recreativo y de uso ciudadano, sin que suponga una obstrucción al desalojo de agua en momentos puntuales. La creación del parque incluiría espacios y plataformas peatonales que sirvan para la realización de actividades lúdicas, deportivas, circuitos para pasear y correr, y carril bici.

4.- Mejora de la accesibilidad al cauce mediante rampas, escaleras y/o pendientes que eliminen la barrera formada por los muros actuales, siempre respetando la capacidad de desagüe. De esta forma se facilitaría su uso así como su desalojo en casos de emergencia, además de generar una mayor seguridad frente a casos de delincuencia.

5.- Mejora general de la movilidad y de las conexiones entre ambos márgenes a través de puentes peatonales.

6.- Plan de reforestación, con especies apropiadas, del cauce alto y del tramo medio hasta la presa, y protección de los márgenes para reducir los riesgos de inundación.

Firma por la creación de un parque fluvial en el tramo del Guadalmedina que discurre por la ciudad de Málaga.