Tras recorrer en bicicleta más de 800 km desde Cabo Cope (Murcia), los activistas partieron a las 8:30 del sábado de Alconchel de la Estrella (Cuenca) montados en sus bicicletas, excepto 2 de ellos que lo hicieron en paramotor. Hora y media más tarde, desplegaban una pancarta con los lemas «vivir sin nucleares» y «No al ATC» sobre el viaducto de la A3 que comunica esta vía con Zafra de Záncara .

A continuación, los ciclistas se dirigieron al puente sobre el río Záncara en el camino rural de Villar de Cañas a Casalonga. Allí, les esperaban miembros de la Plataforma contra el Cementerio Nuclear, con un bidón radiactivo simulado. De esta manera se pretende visualizar el riesgo de un cementerio nuclear a escasos 500 metros del río Záncara, importante arteria de la Mancha, conectado con el acuífero de las Tablas de Daimiel (acuífero 23) y que desemboca en el río Gigüela cerca de los ojos del Guadiana. Esta es la primera etapa que recorrerá el bidón radiactivo, por los diferentes municipios río abajo (Alconchel de la Estrella, Fuentelespino de Haro, La Alberca de Záncara, Las Pedroñeras, El Provencio, etc.), los más vulnerables a un posible accidente en el cementerio nuclear.

A las 11:00, la Ecomarcha llega a los terrenos donde se pretende construir el cementerio nuclear. Al grito de consignas como «Ocupación», «Ni en mi pueblo ni en el tuyo» «Si se puede» o «el cementerio nuclear no se pone» se realizó una ocupación simbólica de unos terrenos ahora cultivados con girasoles, dejando constancia del firme compromiso del movimiento ecologistas y antinuclear de impedir por todos los medios legales la construcción de una obra, que solo quieren los que se pretenden enriquecer a costa de la salud y la destrucción de los recursos naturales.

Finalmente, a las 11:30 confluían en la Plaza del Ayuntamiento de Villar de Cañas con los manifestantes que habían salido de Alconchel de la Estrella a pie pasadas las 9h y que participaban en el «Tinto de Verano»[1] organizado por Baladre, CGT y Ecologistas en Acción. También, se dieron cita vecinos de Villar de Cañas y de municipios cercanos, así como de la capital conquense, Tarancón, etc., integrados en la Plataforma Contra el Cementerio Nuclear en Cuenca, lo que supuso un total de unas 300 personas.

Una vez en la Plaza, se leyeron los manifiestos de la Ecomarcha y la Plataforma Contra el Cementerio Nuclear, a continuación se realizó un simulacro de accidente nuclear, con sirenas, botes de humo, personal vestido con ropas de protección y megafonía; llamando a la población a que permaneciera en sus casas de forma tranquila y que no consumiera agua ni productos frescos. Las acciones finalizaron con un «flashmob» con bailes y canciones alusivas a la energía nuclear y en defensa de las renovables.

Los presentes, se fotografiaron con la boca tapada con el lema «No al Cementerio Nuclear» dentro de la campaña en redes sociales Si no quieren escucharnos, ahora tendrán que vernos. A las 12:30h los actos se dieron por concluidos.