La Comisión Europea está revisando la actuación de España con determinantes informes científicos sobre importantes deficiencias técnicas del estudio de impacto ambiental de Repsol en las prospecciones petrolíferas frente a Fuerteventura y Lanzarote. Los expertos han detectado que Repsol utiliza en Canarias estándares de seguridad menor rigurosos (y más baratos) que en sus prospecciones en EE.UU. Igualmente han constatado que los errores en el cálculo de la contaminación acústica pueden producir graves daños a los cetáceos y tortugas de la zona con mayor diversidad de estas especies en Europa.

La semana pasada tuvo lugar en Bruselas una nutrida reunión en la Comisión Europea donde altos funcionarios de esta Institución conocieron de primera mano los resultados de las investigaciones realizadas por expertos independientes de reconocido prestigio internacional. Los informes se centraron principalmente en dos bloques temáticos, de un lado el análisis de los riesgos de accidente catastrófico y las medidas de seguridad previstas, y de otro lado el análisis de la contaminación acústica subacuática y las medidas preventivas propuestas.

Natacha Aguilar de Soto (Universidad de La Laguna) con la colaboración de Manuel Castellote, (National Marine Mammal Laboratory, Alaska Fisheries Science Center – NOAA) investigadores de reconocido prestigio internacional en biología marina y contaminación acústica han analizado detenidamente el estudio realizado por Repsol encontrando graves deficiencias.

Los expertos alertan de que un cálculo incorrecto del ruido producido y de las distancias de exclusión puede dar lugar a varamientos de cetáceos masivos como el que ocurrió en Madagascar en 2008 en el que quedaron sobre la costa 100 calderones a causa de la utilización de instrumentos de sísmica similares a los que ahora se pretenden utilizar. En el caso de Canarias, Repsol no sólo ha calculado mal la propagación del ruido producido al haber minusvalorado las fuentes de contaminación, sino que ha ocultado información hasta después del trámite de información pública del estudio de impacto ambiental. Repsol aportó después de dicho trámite, información de un sistema de sísmica vertical cuya contaminación acústica no ha sido modelizada y por tanto ha escapado a la evaluación y las alegaciones del público. La minusvaloración de las fuentes de ruido y la ocultación de otras fuentes de ruido comportan graves riesgos para las veintiocho especies de cetáceos que se encuentran en el lugar de las prospecciones petrolíferas de Canarias.

Richard Steiner (Universidad de Alaska), científico de reconocido prestigio internacional en materia de prospecciones petrolíferas, conservación marina y energía ha analizado pormenorizadamente los estudios del riesgo de accidentes de Repsol y las medidas de seguridad. El resultado para este experimentado investigador que se curtió con el Exxon Valdez es muy llamativo. No comprende cómo Repsol trata el riesgo de accidente con menos rigor y medidas en EEUU que en España y ni el Gobierno Español ni la Comisión Europea le han obligado hasta ahora a utilizar, al menos, todas las medidas que implementa esta compañía en sus prospecciones estadounidenses. Como botón de muestra de que el cálculo de los riesgos de accidentes está minusvalorado se ha hecho de 3000 barriles por día y debería hacerse de 30 000 barriles por día, las responsabilidades de daños se han cifrado en setenta millones de euros mientras que los daños de vertidos siempre se cuentan por miles de millones, los equipos de respuesta «rápida» ante un vertido están en Escocia a más de tres mil kilómetros de distancia del pozo petrolífero de exploración.

El Guincho – Ecologistas en Acción