El pueblo de Nerva cuenta con un vertedero de residuos tóxicos y no peligrosos cuya construcción fue aprobada en 1995 por el pleno municipal para residuos procedentes de Andalucía, con una capacidad final de 552.064 toneladas y el alcance máximo en la cota +305. A fecha de 2010, una Resolución de la administración ambiental de la Junta de Andalucía reconocía que los tres vasos originarios para residuos tóxicos estaban colmatados, al 100% de su capacidad, y que los de no peligrosos lo estarían a mediados del año siguiente. Los residuos tóxicos provienen de media Europa y su gestión ha sido denunciada por diversas causas de daños ambientales, aunque siempre han sido archivadas las denuncias. Por todo ello el vertedero debía haber sido clausurado definitivamente a finales de 2011 y debía haberse puesto en marcha un Plan de recuperación ambiental y de recolocación de los trabajadores del vertedero; un plan no basado en los residuos sino en energías limpias.

El pueblo de Nerva, de algo más de 5.500 habitantes, cuenta con un vertedero de residuos tóxicos y no peligrosos cuya construcción fue aprobada en 1995 por el pleno municipal con un condicionado de obligado cumplimiento. Tras tres años de manifestaciones en contra de su puesta en marcha en Nerva, años durante los cuales se crearon barreras y enfrentamientos entre los habitantes del pueblo por los poderes fácticos, el vertedero fue construido e impuesto en contra de la voluntad popular, con la intervención de un Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil.

Aquel proyecto de construcción del vertedero de residuos peligrosos fue declarado de utilidad pública e interés social y contemplaba un condicionado relativo al establecimiento de un órgano de participación ciudadana que se denominó Comisión de Seguimiento y Control, la reducción en la producción de residuos, la realización de estudios de impacto previos y la creación de empleo entre otros. Asimismo, establecía la capacidad límite de 300.00 toneladas de residuos hasta una cota de +300, previendo la posible necesidad futura de un recrecido de la instalación para guardar un total de 552.064 toneladas de residuos y un alcance máximo en la cota +305.

La Junta de Andalucía reconocía en diciembre de 2010 que se habían depositado 1.326.241,68 toneladas de residuos. En abril de 2011 dejó de ser convocada la Comisión de Seguimiento y Control, quedando el pueblo totalmente desinformado sobre la actividad de las instalaciones y sin posibilidad de intervención ciudadana. La administración ambiental andaluza reconoció que los residuos peligrosos provienen de otras muchas comunidades autónomas españolas y de otros países como Portugal, Francia, italia y Reino Unido (Gibraltar). La gestión durante estos 17 años de funcionamiento del vertedero ha sido nefasta, caracterizada por accidentes en el transporte por carretera con derrame de residuos tóxicos, vertidos tóxicos al cauce del Río Tinto, incendios, emisión de nubes de polvo, gases y malos olores, poniendo en peligro el medio ambiente y la salud de los habitantes de la Cuenca Minera. A fecha de hoy se han seguido vertiendo residuos con un funcionamiento diario y con este tipo de gestión descontrolada por parte de la empresa gestora.

La Autorización Ambiental Integrada en vigor fue aprobada el 30 de abril de 2008 para un plazo de ocho años, por lo que cumple el próximo 30 de abril de 2016.

Por todo ello pedimos al Alcalde de Nerva que no conceda la licencia municipal para ampliar el vertedero y a la Presidenta de la Junta de Andalucía que apruebe el cierre definitivo de las instalaciones del vertedero tóxico de Nerva y ponga en marcha un plan de industrialización no basado en residuos y con la recolocación de los trabajadores actuales de la empresa gestora.

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