Los vecinos y Ecologistas en Acción convocaron una cacelorada ayer lunes 6 de junio a las 20:30 frente a la subestación eléctrica de El Pedernoso (Cuenca). El enfado de los vecinos se incrementa ante la pasividad de Iberdrola, insensible al sufrimiento de los vecinos.

Casi un centenar de vecinos, se unieron a esta segunda protesta, en la que mostraron su rechazo a la ampliación de la Subestación eléctrica haciendo sonar todo tipo de cacerolas, sartenes y otros enseres.

Exigen a Iberdrola, no solo que paralice la ampliación de la Subestación, sino que la traslade lejos de unas viviendas que estaban ahí antes de la instalación industrial.

Además, las medidas realizadas por técnicos de la Diputación de Cuenca, establecen que los niveles de las radiaciones electromagnéticas, casi triplican los máximos fijados en la normativa.

Próximas actuaciones

Ahora, este movimiento ciudadano, está planificando nuevas acciones.

La primera será constituirse en una plataforma ciudadana, que fortalezca y amplié la base social de los movilizados, invitando a todo tipo de asociaciones de la localidad.

La segunda será convocar caceroladas con periodicidad quincenal en los próximos meses. La próxima concentración será el 20 de junio a las 21h, en julio los días 4 y 18, en agosto el 1 y el 22.

La tercera será solicitar al Ayutamiento de El Pedernoso la suspensión de las licencia de obra para la ampliación de la subestación hasta que no se aclare si los niveles de radiación electromagnética están dentro de la legalidad.

En la actualidad,los afectados están a la espera de recibir el expediente del proyecto, que fue solicitado al ayuntamiento del Pedernoso el 18 de mayo.

Manifiesto leído al final de la cacerolada

«Los vecinos y ecologistas, afectados y preocupados, reunidos frente a la subestación eléctrica de la compañía “Iberdrola Distribución Eléctrica S.A.”, el 6 de junio de 2016, quieren manifestar lo siguiente:

Estamos aquí de nuevo para renovar nuestro compromiso y determinación de que no vamos a desfallecer en nuestras reivindicaciones pues pensamos que son justas y legítimas.

Estamos dispuestos a seguir adelante, pues nuestro malestar es creciente ante la pasividad que muestra Iberdrola, insensible ante el sufrimiento de los vecinos, sobre todo los más cercanos a la instalación.

Seguimos sin estar satisfechos con las mediciones de las radiaciones electromagnéticas. Las últimas medidas, lejos de tranquilizarnos no enfadan más.

Lo único que plantea Iberdrola es poner una pantalla de bloques de hormigón. Pero tampoco nos parece una solución para este grave problema.
Por todo ello, solo podemos decir, que la única solución para conseguir que esta pesadilla cese de una vez, es el traslado de la subestación eléctrica a una zona alejada de las viviendas. Iberdrola como multinacional que es, se lo puede permitir.

¡Subestación lejos de las viviendas!«