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Estudio de la calidad del aire en Riaza

En el año 2015 la Estación de Control de la Calidad del Aire de Segovia, perteneciente a la Junta de Castilla y León, sobrepasó en 115 ocasiones el valor límite de concentración de ozono troposférico fijado por la Organización Mundial de la Salud (100 µg/m3). Los límites se superaron casi uno de cada tres días del año, lo que marca todo un record. Pero además, durante 29 días, se superó también el valor objetivo establecido por las legislaciones europea y española (120 µg/m3), más elevado que el fijado por la OMS.

Los citados datos muestran con claridad que la contaminación por ozono en Segovia se ha convertido en un problema crónico, con las implicaciones para la salud de los segovianos que ello supone. Porque, si bien alcanzar de forma puntual concentraciones muy elevadas de ozono es muy perjudicial para la salud (la legislación establece que a partir de 180 µg/m3 los poderes públicos están obligados a informar a la población), es igualmente grave estar expuesto a niveles altos durante un elevado número de días. Por este motivo, la legislación europea establece que si se superan los 120 µg/m3 durante 25 días anuales en tres años consecutivos, la administración deberá elaborar un plan de control de la contaminación. Esto es precisamente lo que ya ha ocurrido en Segovia: en el trienio 2013-2015 se han superado los valores establecidos. Y las medidas siguen sin llegar.

Las mediciones hechas en Riaza empeoran el diagnóstico

Las mediciones hechas por la unidad móvil de control de la contaminación atmosférica de la Junta de Castilla y León en Riaza en el año 2015. [1] revelan que el grave problema de contaminación por ozono troposférico que afecta a la provincia de Segovia es, incluso, más grave de lo ya conocido. Estas mediciones se efectuaron entre los días 11 de junio al 20 de julio de 2015, utilizándose 39 días para el total de la campaña de medida. Los resultados, revelados en un informe recientemente publicado, indican que en 23 de los 39 días en que se realizaron las mediciones se superó el límite-objetivo establecido por la Unión Europea (ver figura más abajo) y en tres ocasiones se superó la cifra de 160 µg/m3.

La figura representa las concentraciones de ozono (µg/m3) medidas en Riaza por la unidad móvil de control de la Contaminación atmosférica de la Junta de Castilla y León. Las líneas indicadoras de los límites establecidos por la OMS y la Unión Europea han sido añadidas por Ecologistas en Acción de Segovia.

Los valores registrados resultan preocupantes por ser elevados. Pero también porque demuestran que, en algunos municipios de la provincia, el problema de la contaminación por ozono es incluso mayor que en la capital: al comparar las mediciones hechas en Riaza con las obtenidas en las mismas fechas en la estación automática existente en la ciudad de Segovia (la única instalación fija de carácter público existente en la provincia) se ha constatado que los niveles de ozono obtenidos en Riaza son bastante superiores (ver páginas 17-19 del informe elaborado por la Junta).

Impactos en la salud

El ozono troposférico es un potente agente oxidante, que puede tener impactos serios sobre los sistemas respiratorio y cardiaco. La contaminación por ozono afecta de forma especial a personas con patologías respiratorias crónicas, como el asma, EPOC y enfermedades cardiovasculares. Los niños (que respiran más aire por Kg de peso corporal y tienen pulmones más pequeños), ancianos y personas físicamente activas en exteriores se ven afectados en mayor medida.

Ante “cualquier nivel de superación de contaminación por ozono” las autoridades regionales aconsejan “permanecer en el domicilio o dentro de cualquier edificio en las horas centrales del día (en general, las horas de más calor), puesto que las concentraciones de ozono en interiores son más bajas (menos del 50%) que las del exterior. Por ello, los días con niveles de ozono elevados hay que evitar realizar trabajos o ejercicio al aire libre en esas horas. En casos inevitables, es preferible optar por madrugar o trasnochar”. [2]

Se estima que en España mueren anualmente tantas personas por ozono como por accidentes de tráfico y, sin embargo, en Castilla y León aún no se han elaborado planes para controlar el problema.

Las cumbres de Guadarrama, muy afectadas

Estudios realizados por el CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas, organismo Público de Investigación adscrito al Ministerio de Economía y Competitividad) han detectado concentraciones estivales de ozono muy elevadas en las cumbres de la Sierra de Guadarrama, superando en ocasiones los límites establecidos para informar a la población (180 µg/m3).
Estos estudios han señalado que los niveles de ozono observados “excedieron los niveles críticos para la mayor parte de las comunidades vegetales”, concluyendo que “el ozono debería considerarse un factor de riesgo para la salud de las comunidades vegetales de la sierra de Guadarrama”. [3]

Los datos resultan preocupantes desde la perspectiva de la conservación de los ecosistemas del Parque Nacional, pero también por suponer una amenaza para la salud de quienes visitan el Parque Nacional en épocas estivales y especialmente para quienes practican deportes de montaña en las zonas de cumbres.

Notas

[1] Junta de Castilla y León, Consejería de Fomento y Medio Ambiente. Estudio de la calidad del aire en el entorno de Riaza

[2] Junta de Castilla y León, Consejería de Fomento y Medio Ambiente. Recomendaciones para la población en los casos de exposición a valores altos de ozono troposférico

[3] Alonso, R.; Elvira, S.; Bermejo, V.; Calvete, H. González, I. (2013). Análisis del riesgo de daños provocados por ozono en la vegetación a nivel de Paisaje: la sierra de Guadarrama. En: Doblas, E, (ed.). Conservar Aprovechando Cómo integrar el cambio global en la gestión de los montes españoles. Ed CREAF.