Con la ola de calor que viene sufriendo la mayor parte del país en los últimos días, el intenso tráfico motorizado que soportan las principales ciudades y carreteras y el incremento del consumo de electricidad producida en centrales térmicas por el uso de aire acondicionado han provocado que se disparen los niveles de ozono, sin que se estén adoptando las medidas legalmente previstas para proteger a la población.

En los últimos tres días, se han producido en Extremadura 29 superaciones del umbral de información de ozono troposférico, establecido por la normativa en 180 microgramos de ozono por metro cúbico de aire, como media horaria. 18 de estas superaciones se han producido en la estación de control de la contaminación de Cáceres y 11 en la de Plasencia. La máxima contaminación se ha registrado en la estación de control de Cáceres, donde el sábado a las 7 de la tarde se alcanzó un nivel de ozono de 214 microgramos por metro cúbico.

La previsión de la superación del umbral de información obliga a las autoridades autonómicas a advertir a las personas más sensibles a la contaminación atmosférica, tales como niños y niñas, personas mayores, mujeres gestantes o personas con problemas respiratorios o cardiovasculares, de que se protejan evitando en las horas centrales del día y a la caída de la tarde cualquier esfuerzo físico y los ejercicios al aire libre. También deben informar sobre la previsión de evolución de la contaminación, las áreas afectadas y la duración del episodio.

No obstante, la Junta de Extremadura no ha difundido este fin de semana ningún aviso a la población durante este episodio de muy elevada contaminación por ozono, incumpliendo su obligación legal y dejando desasistidos a los 136.000 habitantes de las dos ciudades afectadas. Se trata de una grave negligencia del Gobierno autonómico, que contrasta con los avisos difundidos por ejemplo por el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid o la Generalitat de Cataluña, que han registrado superaciones del umbral de información en los mismos días.

Ante la persistencia de las altas temperaturas durante al menos esta semana, Ecologistas en Acción demanda la adopción de las medidas necesarias de urgencia para evitar volver a alcanzar el umbral de información por ozono. Medidas que deben pasar por la limitación del tráfico urbano e interurbano, principal emisor de los contaminantes precursores del ozono.

El ozono troposférico, también conocido como ozono “malo” por contraposición al de la estratosfera, es un contaminante secundario producido por la reacción entre la luz solar y el dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos emitidos por los automóviles y algunas industrias.

Por inhalación, provoca irritación de los ojos y vías respiratorias superiores, un incremento del riesgo de enfermedades respiratorias agudas y reducción de la función pulmonar, así como el agravamiento de patologías cardiovasculares.

La OMS estima en 1.800 los fallecimientos prematuros anuales en España producidos como consecuencia de la exposición a niveles de ozono como los registrados estos días. El ozono, además de para las personas, es también tóxico para la vegetación, dañando los bosques y reduciendo la productividad de los cultivos.