Miembros de la Plataforma contra la Incineradora de Biomasa de Monzón y Ecologistas en Acción han entregado esta mañana cerca de 4000 firmas en papel y 5400 digitales contra el proyecto de Planta Incineradora de Biomasa de Monzón.

La entrega de firmas se ha hecho presencialmente en el ayuntamiento de Monzón, a las 13 horas de hoy miércoles y se remitirán igualmente al Presidente de Aragón, al Consejero de Medio Rural y Sostenibilidad y al máximo responsable del INAGA, solicitándoles que adopten las medidas necesarias para que este proyecto no siga adelante.

Después de más de dos años de oposición a este proyecto, la Plataforma contra la Incineradora de Biomasa de Monzón y Ecologistas en Acción cree que es necesario que las autoridades y los organismos con competencias en este proyecto conozcan el sentir de una parte importante de la ciudadanía, que sabe que la quema de un millón doscientos mil kilos de madera al día (1.200.000 kg), durante 8.000 horas al año supondría una fuente de emisión de contaminantes y sustancias tóxicas que provocarían aumento de los casos de cáncer y de enfermedades broncopulmonares y cardiovasculares y que no entiende porqué se tienen que instalar esta incineradora a 600 metros de sus viviendas, como si no hubiera terreno como para retirarla suficientemente de cualquier población.

La Plataforma contra la Incineradora de Biomasa de Monzón ha protagonizado, desde mediados del 2015, numerosas acciones y actos públicos donde se ha denunciado las afecciones a la salud pública de este proyecto, mediante concentraciones, andadas, mesas informativas, recogidas de firmas y actos de protesta que reivindican el derecho fundamental de los ciudadanos a su salud.

Salud e incineradora de biomasa

Las emisiones de contaminantes de la Incineradora, que se pretende instalar a 600 m de las viviendas de las ciudadanas de Monzón, fueron tratadas recientemente en la conferencia “Problemas de la Incineración de Biomasa” a cargo del científico Eduardo Rodríguez Farré, experto en toxicología y miembro del Comité Científico de la Unión Europea sobre Nuevos Riesgos para la Salud. Rodríguez Farré alertó que, la emisión de contaminantes como las partículas en suspensión o los óxidos de nitrógeno, aumentarían los casos de enfermedades broncopulmonares y cardiovasculares entre la población de Monzón y localidades cercanas. Por otro lado dejó claro que la combustión de biomasa en las incineradoras es una fuente principal de contaminantes muy tóxicos, como los benzopirenos o las dioxinas, sustancias de las más tóxicas conocidas y que son causa de cáncer, ocasionando que se eleve el número de muertes prematuras entre la población expuesta a los humos de la incineradora, que se evalúan en más de 2.000 millones de m3 anuales.

Ecologistas en Acción cree que la permisividad con la que el anterior equipo de gobierno del Ayuntamiento de Monzón otorgó la autorización para instalar la Incineradora a 600 m de las casas de los vecinos de Monzón (cuando una granja debe guardar una distancia mínima de 1500 m), en suelo rústico y fuera de los polígonos industriales que se crearon a tal efecto, supondría un importante ahorro de costes para la empresa promotora de forma que «parecen haber sido más sensibles con los intereses de la promotora Forestalia Renovables que con el derecho fundamental, reconocido por la Constitución, que tienen todos los ciudadanos, a su salud».