Ecologistas en Acción ha demostrado en las alegaciones que acaba de presentar a la Autorización Ambiental Unificada que la implantación de un gran centro comercial en Palmas Altas tendría un impacto negativo en el medio ambiente, la movilidad y la calidad de vida de la ciudad de Sevilla. Estas alegaciones se han presentado al proyecto denominado “Centro Comercial y de Ocio Palmas Altas”, situado en el solar ZE N1 del SUNP-GU1 al sur de Sevilla, que la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía ha tenido en fase de exposición pública hasta hoy. Este proyecto cuenta con la oposición de colectivos ecologistas y vecinales afectados y preocupados por las dimensiones y el futuro emplazamiento de la gran superficie comercial. Se trata de la fase previa a la licencia de obras que el Ayuntamiento de Sevilla otorgaría a la promotora del proyecto LAR ESPAÑA SHOPPING CENTRES VIII, S.L. en un solar de su propiedad y que ha generado polémica desde que fuera aprobada inicialmente en el Pleno el pasado año por carecer de un Plan de Movilidad. Una situación que el Estudio de Tráfico y Movilidad anexo al Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la presente autorización trata de paliar.

«A diferencia de otras operaciones inmobiliarias, en los enlaces de la avenida de las Razas, SE-30 y A-4, estos últimos con más de seis millones de desplazamientos anuales, existe ya un problema grave de movilidad y se corre el riesgo de empeorar la situación”. Ecologistas en Acción advierte que el Estudio de Impacto Ambiental no reconoce alternativas al proyecto de mega centro comercial y que, por el contrario, agota las posibilidades urbanísticas de la parcela haciendo uso de la edificabilidad máxima que autoriza el ordenamiento municipal. “No se trata de garantizar la accesibilidad al nuevo centro comercial, minimizando el impacto sobre la red de carreteras estatales, como el propio Estudio de Tráfico y Movilidad indica, sino de no empeorar la situación del tráfico intenso en horas punta”. Una decisión que la promotora hace a expensas del impacto que generará sobre la movilidad de Sevilla con el objeto único de maximizar sus beneficios, en opinión de los ecologistas. Algo que, según ellos, se traduciría en un perjuicio serio para la calidad ambiental de la ciudad básicamente a dos niveles: atmosférico y acústico.

Según recoge el Mapa Estratégico de Ruido del Término Municipal de Sevilla, los índices de ruido medio anual en los viarios donde se ubicaría el centro comercial, superan ya ampliamente los márgenes legales durante el día, la tarde y la noche. Dicho documento señala precisamente las vías afectadas como un punto de conflicto o “hot spot” acústico, debido sobre todo al ruido procedente del tráfico rodado pero también al producido por las actividades portuarias (tráfico de vehículos, ferroviarias e industriales). Ante esta situación, Ecologistas en Acción plantea nueve alegaciones. “Los impactos ambientales que supone una gran superficie de las dimensiones de Palmas Altas para el entorno cercano, y para toda la ciudad en general, son inasumibles” según la asociación ecologista. “La zona de Palmas Altas y alrededores soportan un tráfico intenso, especialmente conflictivo en horas punta, con embotellamientos y retenciones regulares en los accesos al puente del V Centenario y resulta complicado que tenga capacidad para absorber el nuevo tráfico inducido por una superficie comercial de las dimensiones que se plantea”. Hay que señalar que se produce afección sobre suelo residencial, recreativo y educativo que tiene consideración especial por la normativa de protección acústica.

En las alegaciones se señala que este Estudio de Tráfico y Movilidad no responde a la realidad y considera erróneamente que la mitad de los viajes desde La Palmera y Bermejales se producirán a pie o en bicicleta. “Incluso en los casos supuestos, el efecto que tendría la contaminación atmosférica producida por los desplazamientos de 32.680 vehículos en día laborable en el entorno inmediato de los Bermejales es inasumible más aún teniendo en mente las casi tres mil viviendas que se proyectan en Palmas Altas-Sur en la gran operación residencial anunciada en prensa la semana pasada” afirman. Según los datos del informe sobre la calidad del aire del estado español, publicado por Ecologistas en Acción en 2015, en la estación meteorológica de los Bermejales, se superó el valor promedio de ozono troposférico y partículas, empeorando sustancialmente la situación respecto al informe anterior.

«Parece que no hemos aprendido de la política de urbanismo desmedido que nos ha llevado a la actual crisis económica. Las administraciones competentes deberían velar por una economía limpia y asequible, con niveles de contaminación mínimos, en lugar de favorecer un modelo de ciudad fuertemente dependiente de la movilidad motorizada», afirman los ecologistas.

“A la demanda existente, que satura los accesos a la SE-30 desde la avenida de Las Razas, habría que sumar la generada por las 3300 plazas de aparcamiento que el centro comercial dispone y que inevitablemente, a pesar de las medidas contempladas en el estudio, causará afección al viario público. Y esto ocurre básicamente porque el estudio que Lar España presenta utiliza datos que no son realistas, ya que minimiza el número de desplazamientos en vehículo privado y la incidencia en la movilidad generada en todo el sector de Palmas Altas-Norte (Abengoa, Universidad Loyola y e instalaciones portuarias de la carretera del Copero)” según Ecologistas en Acción. En la misma línea, las alegaciones resaltan el hecho de que el Estudio de Movilidad basa sus cálculos en datos erróneos o sesgados, utilizando aforos infravalorados para la afección del tráfico y exclusivamente en las rotondas de acceso al centro comercial pero no sobre su incidencia en el resto de la red de carreteras estatales, como el propio estudio reconoce.

Aunque el propio Estudio de Impacto Ambiental propone como objetivo un modelo de intervención compacto y equilibrado, donde los desplazamientos sean mínimos, el aumento de la huella ecológica es evidente bajo el modelo de ciudad que traen consigo los centros comerciales en la periferia, según los ecologistas, que incluye básicamente medidas para el vehículo privado y la construcción de grandes infraestructuras públicas para facilitar sus accesos. “Por todo ello, entendemos que cualquier propuesta que empeore la gravedad y la expansión de la contaminación atmosférica y contribuya al cambio climático, considerada ésta una cuestión de salud pública, será dañino para la calidad de vida de esta ciudad y que está en manos de la administración encontrar soluciones que permitan dar respuesta a la necesidad de proporcionar un entorno saludable al conjunto de las personas”.

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