• La nueva licitación para homologar a las empresas gestoras de los comedores seguirá estando a la cola de las comunidades autónomas que innovan a favor de comedores escolares más sostenibles y saludables.
  • La Consejería de Educación madrileña se niega a reunirse con agentes sociales y les oculta información, mientras ignora los mandatos de la Asamblea de Madrid.

La plataforma ciudadana Ecocomedores, en la que participan AMPA de centros educativos y organizaciones como la FAPA Francisco Giner de los Ríos, Ecologistas en Acción, Justicia Alimentaria o la cooperativa Garúa, denuncia la forma nada transparente y poco democrática en la que la Consejería de Educación, Juventud y Deporte de la Comunidad de Madrid ha gestionado el proceso de licitación para homologar a las empresas que prestarán el servicio de comedor en los centros docentes públicos no universitarios madrileños durante los próximos 2 o 4 cursos.

El 19 de junio se cierra el plazo para presentarse a esta licitación. Las cláusulas administrativas y prescripciones técnicas determinan cómo serán los comedores escolares de los colegios públicos y quienes los gestionarán. Definen, a modo de ejemplo, qué comerán nuestras hijas e hijos, de qué manera la comunidad escolar puede participar o no en la gestión del comedor, o si los menús priorizan las producciones alimentarias más sostenibles o favorecen el desarrollo del medio rural cercano.

Según Abel Esteban, integrante de Garúa, “las personas responsables de la Consejería se han negado a reunirse con nosotros cuando se lo hemos pedido. No sólo eso, además el Subdirector General de Centros de Educación Infantil, Primaria y Especial no hizo ninguna mención a esta licitación en una entrevista telefónica realizada a finales de 2016. No han tenido en cuenta ninguna de nuestras propuestas, y han ignorado el mandato de la Asamblea de Madrid, que en 2016 aprobó con el apoyo de todos los grupos políticos, el fomento del consumo de alimentos de temporada, proximidad y/o ecológicos mediante las licitaciones de servicios de restauración de la administración autonómica.”

A diferencia de otras comunidades autónomas como Aragón, Canarias o Galicia, que están incorporando interesantes innovaciones a favor de una alimentación más saludable y sostenible en los comedores, el Acuerdo Marco de Homologación propuesto por el Gobierno madrileño es prácticamente igual al vigente en los últimos cuatro años.

Así, se mantienen aspectos muy negativos como:

  • Los criterios para el diseño de los menús son insuficientes para hacer frente a las preocupantes estadísticas disponibles sobre los hábitos alimentarios de la población escolar madrileña.
  • La participación de las AMPA en la gestión del servicio no está garantizada. Tampoco se fomentar Son las direcciones de los centros las interlocutoras reconocidas por el Acuerdo Marco, y éstas en muchos casos están impidiendo la participación de las familias.
  • Las ‘condiciones ambientales’ suponen un raquítico 1% de los puntos asignados en los criterios de adjudicación, a pesar del mandato de la Asamblea de Madrid que insta a puntuar “también los criterios sociales y ambientales asociados a los productos utilizados para la alimentación” y a “establecer unos porcentajes mínimos de productos de temporada, de proximidad y con sello de certificación ecológica”. En autonomías como Aragón o Andalucía, diferentes criterios ecológicos reciben hasta un 30 % de los puntos.

Ecocomedores publicó esta primavera un conjunto de demandas políticas, entre las que se incluyen múltiples ejemplos concretos sobre cómo incluir dichos criterios en licitaciones como esta. Dichas demandas incluyen poner fin a la política de los últimos años de construcción de colegios sin cocinas. Para Isabel Fernández, integrante de un AMPA y portavoz de Ecocomedores, “es muy preocupante el crecimiento del servicio de línea fría o caliente que se impone en muchos municipios rurales y en algunas ciudades alcanza el 35 % de los colegios públicos”.

Ecocomedores ha iniciado una ronda de contactos con los grupos políticos de la Asamblea de Madrid. Para Jordi Menéndez, de Justicia Alimentaria, “dada la decepcionante actitud del Gobierno regional, esperamos impulsar desde la Asamblea las reformas que el modelo de comedores escolares de la región necesita, y que no entienden de colores políticos pues pretenden beneficiar la salud de nuestras hijas e hijos y de los ecosistemas de los que todo el mundo dependemos”.