El pasado 15 de septiembre el Ayuntamiento de Cantalpino a través de un bando municipal comunicaba a la población que el agua de abastecimiento no es apta para beber ni cocinar por contener niveles superiores a los permitidos de metolacloro, una sustancia química utilizada principalmente como herbicida agrícola.

La causa de esta contaminación del agua es la previa contaminación del suelo, por el empleo abusivo de herbicidas en algunos casos y el empleo anormal en otros, que, unido a un suelo de naturaleza extremadamente arenosa, ha dado lugar a la filtración a las aguas subterráneas de estos agrotóxicos muy peligrosos para la salud humana y el medio ambiente.

En un municipio como Cantalpino, la situación es extremadamente grave puesto que las autoridades municipales y el resto de administraciones con competencias, véase Diputación, Junta de Castilla y León y Confederación Hidrográfica del Duero, son conscientes de la precaria situación del acuífero y de la gravedad de autorizar regadío en estas zonas con estos tipos de suelo. Ya en 2014 la prensa local recogía la creación de una comisión especial de la CHD para regular los acuíferos sobreexplotados de Cantalpino y reconocían “el riesgo de no alcanzar el buen nivel cuantitativo de agua”, y ahora, 3 años después hay que lamentar también el nivel cualitativo.

Por todo esto, para Ecologistas en Acción de Salamanca, se hace urgente y necesaria la descontaminación que ha puesto en grave riesgo la salud de la ciudadanía de Cantalpino. Además modificar con carácter de urgencia el modelo agrícola en un suelo y un acuífero extremadamente sensibles y ya mermados, la sobreexplotación y la contaminación del acuífero tienen en la agricultura intensivo/ industrial y en la ganadería industrial sus principales amenazas.

Prácticas como el barbecho químico, en el que para reducir los costes de laboreo se trata el suelo con herbicidas, entre los meses de marzo abril hasta la siembra de otoño; el aumento de las dosis por las resistencias de las hierbas a los herbicidas, consecuencia del monocultivo; el lavado de los equipos de aplicación de plaguicidas en plena calle, con el vertido a la red de alcantarillado; el tratamiento de las cunetas con herbicidas como práctica habitual por parte de las empresas adjudicatarias del mantenimiento de las carreteras, cuando existen alternativas como los desbroces mecanizados; la aplicación de herbicidas como «solución barata» al control de hierbas, aplicándose de manera incontrolada e ilegal en parques, jardines, patios de colegio, piscinas, aceras, cunetas, arroyos, y plantaciones forestales, existiendo medios alternativos como los desbroces mecanizados o el pastoreo tradicional.

Las autoridades competentes municipal, autonómica y regional, así como de Cuenca, deberán asumir y dar explicaciones en torno a esta grave amenaza para la salud de la población de Cantalpino y para el medio ambiente. Además se ha presentado un bloque de preguntas parlamentarias hoy mismo a través del Diputado Juan López de Uralde y continuaremos con cuantas acciones consideremos necesarias tratándose de una caso de salud pública.