Guelaya-Ecologistas en Acción y la Sociedad Española de Ornitología (SEO) trabajan en la actualización de la lista de aves de Melilla. Esta actualización es necesaria debido a la inclusión en el III Atlas de aves reproductoras de España de los territorios norteafricanos como unidad específica.

Gaviota de Audouin

La lista de aves de España está en revisión. Tras la publicación en el año 2012 de la última lista de aves presentes en territorio español, se está revisando y actualizando cinco años después con la novedad de que la avifauna española va a describirse para tres contextos biogeográficos específicos: Península y Baleares, norte de África y Canarias.

Melilla, enclavada en los territorios norteafricanos, aportará a la biodiversidad nacional, de forma coordinada con SEO-Ceuta, el conocimiento actual de sus aves.

Algunas especies y subespecies norteafricanas que están presentes en Ceuta, en Melilla, o en las dos ciudades, en los peñones y en Chafarinas no están presentes en otras áreas geográficas españolas, y por tanto, aportan biodiversidad nacional, algo que muy pocas ciudades pueden hacer en España.

La última “lista de aves” de Melilla, fruto del esfuerzo privado de los ornitólogos locales y de la Fundación Gaselec, fue publicada en 2013.

En concreto, hace cinco años se citaron 203 especies de aves presentes en la ciudad, de la cuales, más de una cuarta parte son aves invernantes. El porcentaje de aves migratorias que pasan por Melilla es incluso mayor que el de aves invernantes, el 32,9 %.

El esfuerzo en observación de aves en la ciudad ha permitido ir conociendo nuevas especies, en muchos casos accidentales, por ser observaciones poco frecuentes, incluso referidas a aves exóticas. Por ejemplo, existen dos especies de cotorras, la cotorra de Kramer y la cotorra argentina, que se observaron como aves accidentales hace algunos años pero han acabado de instalarse en los parques y plazas públicas, reproduciéndose, y formando parte ya de la avifauna melillense.

Pero de especial importancia son las aves reproductoras, que superan el 30 % de las especies presentes a lo largo del año.

La progresiva urbanización del territorio de Melilla ha eliminado hábitats necesarios para algunas especies, por lo que las especies reproductoras han disminuido.

El II Atlas de aves nidificantes de España que se publicó en 2003 aportó para Melilla 65 especies de aves reproductoras. En cambio, en el III Atlas de aves nidificantes de España, pendiente de su terminación, solo tiene 57 especies nidificantes en Melilla.

Los datos actuales permiten afirmar que se ha producido en la última década una pérdida global de aves reproductoras en Melilla, debido a la fragmentación y eliminación de hábitats naturales, a pesar de que nuevas especies, algunas muy significativas como la gaviota de Audouin, llevan cuatro años estableciendo colonias en Melilla.

En el año 2017 la gaviota de Audouin en las islas Chafarinas ha conseguido sacar adelante la mitad de nidos que en Melilla. O dicho de otra manera, en el mar de Alborán, Melilla es el doble de importante para la conservación de la gaviota de Audouin que Chafarinas.

El conocimiento actual sobre la biodiversidad de Melilla está en manos de Guelaya-Ecologistas en Acción, de la SEO y de los investigadores del Campus de la UGR

Guelaya-Ecologistas en Acción recuerda que la gaviota de Audouin tiene el status de especie vulnerable en el Catálogo nacional de especies amenazadas, y se suma a la lista de especies incluidas como “en peligro de extinción” o “vulnerables” que desde la publicación de la Ley de patrimonio natural hace una década deberían tener de forma preceptiva un plan de recuperación o conservación, que la ciudad de Melilla no ha tenido a bien concederles, ni tan siquiera a la Patella ferruginea, a pesar de la aprobación de los planes de ordenación de recursos nacionales de la Red Natura 2000 en Melilla también hace 5 años.

Conservar la biodiversidad de Melilla, o en cualquier otro sitio, en el caso de las aves, implica conocimiento:

  1. Conocer donde están las especies en cada momento del año.
  2. Cuantificar las poblaciones locales
  3. Comparar las tendencias poblacionales de cada especie para valorar si sus efectivos reproductores aumentan o disminuyen.

Desde hace dos años investigadores de la Universidad de Granada, de Guelaya-Ecologistas en Acción y observadores de SEO coordinan sus acciones con el objetivo de conservar las especies en peligro de extinción en Melilla. La información que se ha generado en los últimos dos años ha sido fruto del esfuerzo de personas que de forma altruista, o si que quiere, como “trabajo voluntario”, han conseguido obtener un conocimiento sobre la biodiversidad local que hasta el momento la consejería de coordinación y medio ambiente no ha querido realizar, a pesar de las acciones aprobadas en el consejo de gobierno.